El 30º congreso nacional de Esquerra Republicana de este sábado debe dirimir si la formación apuesta por un cambio de ciclo tras un ciclo electoral nefasto para sus intereses y la crisis interna que estalló a raíz de la estructura B del partido, o bien si los 8.030 militantes llamados a participar en esta votación prefieren que Oriol Junqueras continúe al frente del partido con una ejecutiva renovada. De hecho, el cónclave republicano se ha convertido en una especie de plebiscito sobre Junqueras. La batalla interna entre Militància Decidim, que busca una victoria con más del 50% de los votos para mantener a Junqueras al frente de ERC, Nova Esquerra Nacional, el tándem formado por Xavier Godàs y Alba Camps, y Foc Nou, con Helena Solà y Alfred Bosch, se ha animado en los últimos días de campaña, que ha terminado con las espadas en alto, sobre todo después de que el presidente del grupo parlamentario republicano, Josep Maria Jové, rompiera públicamente con Junqueras y que Joan Tardà reclamara que la formación republicana deje de ser un partido “exclusivamente” independentista, una propuesta que ha encendido los ánimos en Foc Nou.
Esquerra llega a la jornada decisiva con más ruido del esperado, sobre todo porque durante la campaña, en términos generales, ha predominado la deportividad y se han aparcado cuestiones como la estructura B, que generó mucho ruido y fuego cruzado cuando estalló la trama al inicio de la carrera congresual. En el último día de campaña, Foc Nou se opuso frontalmente a la propuesta de Tardà, que pidió que ERC deje de ser un partido “exclusivamente” independentista y que tenga como objetivo preferente una República Catalana. Alfred Bosch, candidato a la secretaría general, replicó las declaraciones del exlíder republicano en Madrid en un artículo exprés en El Món: «Camuflar identidad, símbolos e ideario nos ha hecho perder dos tercios de los votantes». «¿Abandonamos la lucha porque no estamos en el mejor momento? ¿Es eso?», preguntó a Tardà, pero también a Junqueras. De hecho, Foc Nou publicó un vídeo de campaña en las redes sociales para posicionarse como el único garante del cambio, capaz de romper con la «subordinación al PSOE» y de priorizar la independencia.
Los pactos con los socialistas han marcado gran parte de la campaña y han evidenciado diferencias entre las tres candidaturas. Mientras Oriol Junqueras no se moja sobre si ERC debe entrar al gobierno municipal de Jaume Collboni en Barcelona, aunque su número dos, Elisensa Alamany, es la máxima avaladora, ni tampoco detalla qué votó en la consulta interna sobre Salvador Illa, Nova Esquerra Republicana rechaza el pacto con los socialistas y evidencia que en la lista hay gente que votó a favor y en contra de la investidura del líder del PSC. Finalmente, Foc Nou es muy contundente en rechazar los acuerdos sistemáticos con los socialistas en todas partes y propone consultar a la militancia si es necesario romper el acuerdo de investidura de Illa una vez se demuestre que Illa no cumple con los acuerdos. Por otro lado, Junqueras ha hecho público lo que era un secreto a voces, que le gustaría ser candidato a la presidencia de la Generalitat cuando ya no esté inhabilitado. Y aquí también hay diferencias con las otras dos candidaturas, que han dejado claro que la dirección del partido no se presentará a las elecciones para dedicarse en exclusiva a relanzar el partido.

Jové evidencia públicamente la ruptura con Junqueras y Aragonès irrumpe en campaña
Por otro lado, en los últimos días se ha evidenciado la ruptura de ERC con la aparición pública de Josep Maria Jové. Quien fue hombre de confianza de Junqueras en Economía concedió una entrevista el jueves a RAC-1 y rompió públicamente con el líder de Militància Decidit al pedir abiertamente una «renovación de liderazgos» en ERC. Después de que Junqueras negara presiones a alcaldes y concejales para conseguir avales, el líder republicano en el Parlamento aseguró que no le constan este tipo de prácticas, pero subrayó que era muy difícil negar el aval a un político como Oriol Junqueras si te lo pide.
Para hacer evidente esta ruptura, Jové, que apoya a Nova Esquerra Nacional, dejó clara cuál es su posición en este congreso: «Apuesto por un cambio en Esquerra, pero no me oirán decir ni una sola palabra mala sobre Junqueras. He aprendido mucho de él, pero ahora no compartimos la estrategia política sobre hacia dónde debe ir el partido». En este sentido, constató diferencias notables porque él es partidario de que ERC «no debe gustar a todo el mundo» y, en cambio, Junqueras, según Jové, defiende que el partido debe «parecerse al máximo a la sociedad que debemos representar». «ERC debe crecer, pero atrayendo a la gente y dejando muy claro que somos de izquierdas e independentistas», sentenció.

El expresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que también formó parte del equipo de Junqueras en Economía, tampoco votará al candidato de Militància Decidim. A pesar de mantenerse toda la campaña al margen de la carrera para hacerse con la dirección de ERC; Aragonès irrumpió el último día para manifestar públicamente que votará a Nova Esquerra Republicana, la lista impulsada por el aparato con Marta Rovira al frente, y dejar claro que él siempre estará a disposición del partido gane quien gane. Así, hizo un llamado a la militancia a votar «la candidatura que considere más oportuna» e instó a la candidatura que salga ganadora a actuar con «responsabilidad, generosidad y acierto» y a trabajar con «celeridad, situando al país y a su ciudadanía por delante».
Una votación que puede tener una segunda vuelta en 15 días
La votación de este sábado será telemática, de 9 a 20 horas, y el partido ofrecerá datos de participación a las 13, a las 16 y a las 19 horas. Finalmente, a las 20:00, la presidenta de la Mesa de la Jornada Electoral dará el resultado provisional. Durante la jornada, el partido habilitará puntos de apoyo para acompañar a aquellas personas que tengan dificultades para votar telemáticamente, y en Barcelona, por ejemplo, este punto será en la sede nacional del partido en la calle Calabria. Militància Decidim quiere evitar que haya segunda vuelta, como así ha evidenciado de forma pública, y quiere alcanzar el 50% de los votos en esta primera contienda.
De momento, 4.543 militantes han avalado una de las tres candidaturas -2.565 a Militància Decidim, 1.510 a Nova Esquerra Nacional y 468 a Foc Nou-, pero hay casi la mitad de la militancia que no se ha pronunciado y puede ser determinante a la hora de desequilibrar la balanza a favor de Junqueras o, por el contrario, provocar una segunda vuelta. En caso de que ninguna candidatura obtenga este porcentaje de votos, se deberá celebrar una segunda votación en 15 días entre las dos candidaturas más votadas. Este es un escenario que quiere evitar Junqueras, y que, en cambio, ven con buenos ojos dentro de Nova Esquerra y Foc Nou. Si se da, puede haber alianzas, ya que los estatutos de la formación permiten mantener al candidato a presidir el partido y modificar hasta un «máximo» del 50% las personas que formaban parte de la candidatura en la primera votación.