La diputada de Junts per Catalunya Cristina Casol ha roto su silencio sobre el conflicto en el grupo parlamentario a raíz de la denuncia por “acoso por razón de género” que presentó contra un compañero en la Oficina de Igualdad del Parlamento y que posteriormente la cámara catalana archivó al considerar que no había “ningún hecho probado”. La diputada leridana ha abordado la cuestión este viernes un artículo en el diario Segre donde reprocha a Junts la “mala gestión” de su caso y avisa que esto “a menudo comporta un resultado traumático para todos”.
Casol evita entrar en detalles sobre el caso que le afecta a ella y a la también diputada de Junts y secretaria segunda de la Mesa del Parlamento, Aurora Madaula, que también ha presentado una denuncia contra el grupo por presunto acoso, por una cuestión de “confidencialidad”, pero expone que ante una dificultad hay dos caminos: reconocerla y trabajar para superarla para que salga ganando el conjunto, o enquistarse en el problema y no querer afrontarlo abiertamente. “Yo diría que la opción de la política tendría que ser la primera, pero no siempre acaba siendo así. ¡Qué contradicción!”, ha exclamado la diputada.
Así mismo, la que fue número 2 en las listas del partido por Lleida a las elecciones de 2021 deja claro que no piensa renunciar a su escaño, a pesar de que el Secretariado Permanente del partido le pidió que entregue el acta y abandone el grupo parlamentario. “A mí, personalmente, me encontraréis siempre con el gran reto de representar a Lleida como diputada fruto de las elecciones de febrero de 2021. Una diputada de aquella mayoría del 52% que no fue y que ahora el gobierno quiere agotar”, ha apuntado.

Doble capítulo en la crisis interna de Junts
El artículo de la diputada llega el día siguiente a un doble episodio sobre esta crisis interna que vive el grupo parlamentario de Junts. Por un lado, a presidenta del Parlamento, Anna Erra, ha encargado, según detallaron fuentes de su gabinete, un informe jurídico para “revisar” cómo se ha aplicado el protocolo de acoso para conseguir que “sea un procedimiento más garantista”. Erra ha tomado esta decisión al considerar que ha habido “carencias” en la primera vez que se aplica el protocolo, concretamente en el ámbito de la confidencialidad, y quiere saber si este se tiene que suspender mientras se somete a una eventual revisión. De hecho, la presidenta del Parlamento planteó en la reunión de la Mesa de martes suspender el protocolo “para no crear inseguridades jurídicas”, pero la propuesta fue rechazada.
Por otro lado, Aurora Madaula, de baja por el conflicto interno con su partido, ha seguido los pasos de su compañera de grupo Cristina Casol y también ha presentado denuncia ante la Oficina de Igualdad del Parlamento contra su grupo por acoso por razón de género, después de haberlo denunciado también al órgano correspondiente del partido. La secretaria segunda denunció en el marco del Parlamento de las Mujeres, celebrado a finales de noviembre, “violencias machistas silenciosas” por parte de compañeros del partido, y ahora ha dado un paso más y ha puesto los hechos en conocimiento de la Oficina de Igualdad del Parlamento. Un paso que se produce después de que la presidenta del Parlamento le retirara la confianza y unos veinte diputados del partido impulsaran un escrito contra ella por los hechos que denunció en el Pleno de las Mujeres.