Las acusaciones de racismo en el cuerpo de Mossos d’Esquadra empiezan a ser materia de estudio, incluso desde el propio cuerpo policial. Eso sí, sin hacer públicos los resultados de los informes sobre «racialización» en las detenciones que lleva a cabo la policía de la Generalitat. Tanto es así que la CUP ha tenido que reclamar un estudio sobre la influencia del factor raza en los arrestos de los Mossos que el director general de la Policía, Josep Lluís Trapero, aseguró haber ordenado cuando dirigía la División de Evaluación y Servicios, después de ser destituido por segunda vez del mando del cuerpo.

Se trata de un informe que esgrimió Trapero en la comisión de Interior celebrada el pasado 20 de noviembre en el Parlamento para negar el sesgo racista de las detenciones policiales, que le recriminaban los portavoces de la CUP, Pilar Castillejo, y de los Comuns, Andrés García Berrio. «No lo comparto», aseguró el mayor, para insistir que el «cuerpo no tiene ningún sesgo en el tema racial». «No lo tiene ni en las identificaciones ni en las detenciones, ni en el comportamiento, ni en nada porque el cuerpo es una policía democrática», remarcó con su vehemencia habitual.

Pilar Castillejo, ariet d'Interior al Parlament/Arxiu ACN
Pilar Castillejo, ariete de Interior en el Parlamento/Archivo ACN

Un informe misterioso

Aun así, admitió que «en una organización de 20.000 individuos, algún individuo aislado tenga un comportamiento que no es digno, que ataca la dignidad de las personas por esta u otra razón». En esta línea, argumentó que cuando se detecta un caso de racismo «se corrige y se castiga». De todas formas, Trapero para no quedarse solo con el argumento de una valoración personal respondió a la diputada de la CUP que le «podría hablar de estudios» sobre la cuestión».

Así, expuso que durante su etapa en la DAS encargó a la «Comisaría General de Inspección y Evaluación un estudio sobre las detenciones». En esta línea, argumentaba que los arrestos eran un «ámbito clave donde este perfil racial se podría manifestar, que es cuando más tiempo tenemos a las personas en la comisaría». «Si los tenemos de manera diferente cuando tienen un color de piel o cuando tienen otro, o cuando se llaman no sé con qué apellido o se llaman de otra manera, y la respuesta es que no», adujo. Para Trapero, las detenciones son un «ámbito claro» porque en las detenciones hay «cierto poder discrecional por parte de la policía».

El Món solicitó este estudio el mismo día que Trapero lo mencionó como argumento en la comisión parlamentaria. El departamento de Interior, sin embargo, se negó a difundirlo con la excusa de que era un «documento de trabajo interno». Sin embargo, la CUP ya ha presentado una petición oficial al Parlamento para obtener copia de este estudio, porque considera que debe ser estudiado en sede parlamentaria con el entendido de que el director general lo mencionó como argumento de réplica a los diputados.

L'advocat d'Irídia Andrés García Berrio en una atenció als mitjans de comunicació/ACN
El abogado de Irídia Andrés García Berrio en una atención a los medios de comunicación/ACN

Y ahora, un informe sobre identificaciones

La presión de la CUP y de los Comuns hizo que, en la comisión, Trapero se comprometiera a hacer un estudio sobre el «sesgo racial» en las identificaciones, una vez hecho lo mismo con las detenciones, aunque quiera mostrar los resultados. De hecho, Castillejo y Berrio denunciaron en la comisión el triaje racista por parte de la policía a la hora de identificar ciudadanos. Trapero afirmó que encargaría este estudio sobre las identificaciones. Un informe que cupaires y comuns esperan no tener que reclamar como han tenido que hacer con el estudio sobre el sesgo racista de las detenciones.

En cuanto a las identificaciones, la comisaria Alícia Moriana, actual número dos del cuerpo, expresó su opinión en la misma comisión. Moriana, antes de entrar en la Prefectura con el comisario Miquel Esquius a la cabeza del cuerpo, era la jefa de la región de la Cataluña Central, con sede en Manresa (Bages), donde fue conocida por sus vistosas intervenciones en el espacio público y por identificaciones masivas a personas racializadas. Moriana defendió a capa y espada la neutralidad del cuerpo en las identificaciones alegando «la trazabilidad» que conllevan al quedar registradas en el sistema de información policial. «Tenemos conocimiento de todas las detenciones que se realizan y el motivo por el cual se han hecho», remató Moriana.

La comissària Alícia Moriana/ Lourdes Casademont
La comisaria Alícia Moriana/ Lourdes Casademont

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