El presidente del grupo parlamentario de Esquerra Republicana, Josep Maria Jové, ha colocado una camiseta con el lema «Xàtiva renace de las cenizas» en el escaño 76, que pertenece al diputado exiliado Ruben Wagensberg, que el enero del 2024 marchó en Suiza por «miedo» a la investigación del caso Tsunami Democrático. Esta camiseta no es nueva, puesto que desde hace unos años, exactamente desde el 2015, ha pasado de mano en mano de algunos diputados como David Fernàndez, Lluís Llach, Wagensberg el 2018, y Dolors Sabater hace tres años, que lo han lucido en sesiones constitutivas de la cámara catalana.

De hecho, la exdiputada de la CUP ha devuelto la camiseta al diputado republicano como gesto antirrepresivo tres años después de que Wagensberg se lo entregara a las puertas del Parlamento para que la luciera durante la sesión de constitución de la XIII legislatura. «El hilo no lo rompe ni la represión ni el exilio forzado por esta. La camiseta volverá a Wagensberg precisamente como gesto de solidaridad antirrepresiva y como denuncia de una nueva legislatura autonómica marcada por la obsesión contra el independentismo», ha subrayado Sabater en uno apunta la red social X.

El traspaso es una tradición que inauguró el exdiputado de la CUP, David Fernández, que la lució por primera vez en su primera intervención como diputado en la X legislatura. El año 2015, cuando dejó el acta por la limitación de mandatos que establece el régimen interno de la organización anticapitalista, Fernàndez traspasó el testigo a Lluís Llach, que se estrenaba como diputado de Juntos por el Sí. A su vez, el ahora presidente de la ANC cedió la camiseta a Ruben Wagensberg, de ERC, que la llevó en la primera sesión de la doceava legislatura del Parlamento de Cataluña, marcada por la aplicación del artículo 155. «¡Intentaré sudarla con la misma dignidad que lo hicisteis vosotros!», prometió entonces.


La historia de la camiseta

La historia de traspasos de esta camiseta empieza con un regalo que recibió el exdiputado de la CUP de parte del cantautor de Xàtiva Feliu Ventura, que fue uno de los impulsores de «Xàtiva renace de las cenizas», un colectivo social de la capital de La Costa, al País Valenciano. El lema recuerda los dos asedios que sufrió la ciudad el 1707 durante la guerra de Sucesión. Las tropas borbónicas de Felipe V bombardearon e incendiar la ciudad, que con su rendición, pasó a denominarse Nueva Colonia de San Felipe.

La historia de su destrucción también vivió otro episodio durante la Guerra Civil española. La aviación fascista italiana que apoyaba Franco bombardeó Xàtiva del 12 de febrero de 1939 y causó 145 muertos y más de 200 heridos. Un episodio que se conoce como la Gernika valenciana. Pero las «cenizas» no solo hacen referencia a la destrucción material, porque 300 años después del bombardeo que destruyó la ciudad se impulsó el manifiesto de Xàtiva 1707-2007 contra las políticas urbanísticas y lingüísticas del gobierno municipal presidido por el popular Alfonso Rus.

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