La alcaldesa de Ripoll (Ripollès) y líder de la formación de extrema derecha Aliança Catalana, Sílvia Orriols, se someterá a una cuestión de confianza después de que Junts per Ripoll, ERC, PSC, Alternativa per Ripoll-CUP y Som hayan rechazado el proyecto de presupuestos de 2025 que presentó este lunes en un pleno extraordinario. «Me veo obligada a plantear una cuestión de confianza», dijo en el plenario, pero dejó claro que no la presenta para dejar de ser alcaldesa.
A partir de ahora, se abrirá un plazo de 30 días en el que los grupos de la oposición podrán formar una mayoría alternativa a la líder de Aliança Catalana, pero, alerta, porque si pasado este periodo los grupos municipales no presentan o no prospera ninguna moción de censura, las cuentas que el pleno rechazó este lunes quedarán automáticamente aprobadas. Este es el segundo golpe que la oposición rechaza los números después de que los de 2024 tampoco prosperaran y se tuvieran que prorrogar los de 2023.
«¿Qué sentido tiene continuar ocupando este gobierno si cada vez ustedes nos aprietan más la cuerda?«, preguntó Orriols a los grupos de la oposición durante la sesión plenaria, donde dejó claro que «sin presupuestos, no podremos desplegar nuestro proyecto electoral, así que ponemos nuestro cargo a disposición». De hecho, Orriols ya había anunciado que presentaría esta iniciativa si los grupos rechazaban los presupuestos de más de 15 millones de euros. Las cuentas contaron con el apoyo de Aliança Catalana –seis votos a favor– y 10 votos en contra del resto de concejales.
Alea iacta est.
— Sílvia Orriols (@orriolsderipoll) January 20, 2025
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Orriols acusa a la oposición de dejar Ripoll «sin viabilidad»
La alcaldesa ya había justificado la decisión horas antes, también a través de su cuenta en X, y cargó contra los grupos municipales porque, según dijo, «para perjudicar al gobierno de Aliança Catalana, los partidos de la oposición han decidido dejar a Ripoll sin presupuesto y, por tanto, sin viabilidad». «No condenaré a Ripoll por aferrarme a ningún sillón… Hoy llevaré el presupuesto al pleno; si lo rechazan, firmaré una cuestión de confianza», había expuesto, pero mantenía «la esperanza» de poder sacarlos adelante. «Si lo hacen, habrá un alboroto ingobernable».
