Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNB y BNG han registrado conjuntamente este viernes un escrito en que solicitan a la Mesa del Congreso la tramitación de urgencia de la proposición de ley de amnistía que propuso hace cuatro días el PSOE, quien también solicitó que se procediera de manera urgente. Teniendo en cuenta que el procedimiento de urgencia se puede aplicar cuando lo piden dos grupos parlamentarios o bien una quinta parte de los diputados, después de la petición formal de este viernes la ley de amnistía se tramitará de urgencia. Ahora bien, ¿con qué obstáculos se puede encontrar?
La norma superará el primer trámite el próximo martes, cuando la Mesa del Congreso la calificará y dará luz verde a que se someta a la presa en consideración del pleno. El objetivo es poderla aprobar a las Cortes en cuestión de pocos meses, pero habrá que esperar a ver qué movimiento hacen los populares, que ya han remodelado el reglamento del Senado, donde tienen mayoría, para dilatar el máximo posible la aprobación de la ley de amnistía. Independientemente de la jugada del PP en la cámara alta, la ley también se tendrá que debatir al hemiciclo, lugar donde la amnistía volverá a topar, probablemente, con la oposición de Vox, PP y UPN. Después la ley pasará a debatirse en comisión, donde los grupos podrán presentar enmiendas, y finalmente se debatirá en pleno, donde previsiblemente la misma mayoría parlamentaria aprobará la norma para que pueda pasar al Senado en cuestión de semanas.

El Senado, el obstáculo final de la amnistía
Luego que la ley de amnistía supere la cámara baja tocará enfrentarse en la cámara alta. A raíz de la reforma del reglamento que permite que la Mesa, controlada por el PP, decida qué leyes se tramitan como urgentes o no, la amnistía no se tramitará de urgencia, previsiblemente. El procedimiento se podrá dilatar meses en lugar de resolver la cuestión en 20 días. Durante este tiempo, podrán pedir comparecencias en comisión como, por ejemplo, los representantes de órganos como el Consejo General del Poder Judicial, que se ha manifestado abiertamente en contra de la norma. Llegará un momento, pero, que lo acabarán votando, probablemente en contra, cosa que obligará a repetir la votación en el Congreso. Así pues, después de una serie de votaciones y procesos burocráticos, la ley de amnistía acabaría aprobada.