Los socios de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) han aprobado las ponencias finales de la reforma parcial de Estatutos y del Reglamento de Régimen Interno en el marco de la Asamblea General Ordinaria (AGO), que se ha celebrado entre los días 25 y 30 de junio de forma telemática y que no ha evitado el choque entre el sector oficialista encabezado por el presidente de la entidad independentista, Lluís Llach, y el sector crítico del Secretariado Nacional. La votación de la ponencia final se abrió el domingo, 29 de junio, y ha concluido esta pasada medianoche, y el ‘sí’, en ambos casos, ha alcanzado el apoyo de los dos tercios de los socios que han participado. Según ha podido saber El Món de los datos publicados en la aplicación desde donde han votado los socios, la reforma de los estatutos ha sido aprobada con el 73% de los votos a favor, un 25% en contra y un 2% en blanco de los 3.434 socios que han participado. Por otro lado, el reglamento interno se ha modificado con el apoyo del 75% de los votos, y con UN 25% de votos en blanco. En esta votación, han participado menos socios: 3.140.

La entidad ha remarcado en un comunicado que la participación en esta AGO es «1,8 veces más alta que en la anterior reforma de los Estatutos de mayo de 2021», cuando participaron 1.870 socios, y también ha superado la participación de la votación de la Hoja de ruta aprobada en enero de este año (2.434), que, según subraya la entidad, «ya había sido la más alta de las últimas hojas de ruta aprobadas». Así, la ANC celebra que «los socios han aprobado ampliamente» la reforma, y destaca que estos nuevos documentos «ponen al día la ANC, adecuando la entidad a las necesidades del contexto actual». Una vez aprobada la reforma, la ANC celebrará un «acto político» el próximo domingo 6 de julio a las 12 h en un al Casinet d’Hostafrancs en Barcelona, que servirá para explicar «la tarea» de la entidad presidida por Llach y los principales retos de futuro «para avanzar hacia la independencia».

La votación no ha estado exenta de polémica, sobre todo después de la carta que el presidente de la ANC, Lluís Llach, envió a los socios pidiendo el voto afirmativo a la normativa que rige la Asamblea, un gesto que ha agrandado la grieta entre los dos sectores. «Pido que confíes y que nos des tu apoyo votando a favor», solicitó Llach en la misiva que hizo colmar el vaso de los críticos, que ya se habían opuesto a la reforma con un manifiesto, que ha recibido más de 200 apoyos, y evidenciando los cuatro puntos discordantes para votar no a la reforma. De hecho, el secretario nacional Josep Costa recordó el manifiesto de los críticos y pidió a los socios de la entidad que no aceptaran «esta manera de hacer».

Elisenda Paluzie acompaña a Dolors Feliu tras ser elegida nueva presidenta de la ANC / ACN

La expresidenta de la entidad, Elisenda Paluzie, que compartió estos cuatro artículos por los cuales había que votar no, lamentó la carta que recibió por parte de Llach y recordó que durante su etapa como presidenta hicieron «tres reformas de estatutos y nunca hicimos ninguna campaña a favor [del sí a los cambios]». «Hace un mes que hacen campaña descarada a favor y hoy lo rematan con un email personal del presidente a todos los socios. ¡Basta!», criticó Paluzie, que también lamentó el funcionamiento de la AGO en días anteriores como, por ejemplo, el funcionamiento para votar las enmiendas a la reforma. También se pronunció en contra la antecesora de Llach en el cargo, Dolors Feliu, que también evidenció que votaría no a la reforma.

Los cuatro puntos de la discordia que se han modificado

Los secretarios nacionales Roser Campi, Jaume Giménez y Pep Tomàs explicaron a El Món que el sector crítico se oponía principalmente a la reforma por dos artículos de los estatutos –el 21.1 y el 24.4– y dos del reglamento –3.12.1 y 3.13.6–, que, según dijeron, ponen «en peligro» la transversalidad de la ANC, un elemento «inherente a su carácter unitario y aglutinador». Los críticos alertaron que la modificación del artículo 21.1, que hasta ahora limitaba a 4 años el cargo de secretario nacional, puede eternizar los cargos, y lo consideraban contrario a la regeneración democrática que defiende la entidad en su hoja de ruta actual. Con la reforma, el artículo queda así: «Los miembros del Secretariado ejercerán el cargo durante un término de dos años (2) y podrán ser reelegidos, por otro período de igual duración. Después de cumplir dos mandatos consecutivos o de manera alternada, se podrán presentar a una nueva elección, después de dejar transcurrir dos mandatos».

También se ha modificado el artículo 24.4, que limita la necesidad de alcanzar el apoyo de los 2/3 y, según denunciaron los críticos, termina con “la igualdad de oportunidades para acceder a un cargo” y «suprime la necesidad de consenso para tomar decisiones». Con la reforma el texto queda así: «En caso de votaciones que afecten el nombramiento de personas para las diferentes funciones de gobierno de la Asociación, se necesitará el voto válido favorable de dos tercios (2/3) de los miembros presentes, en primera votación. Si después de dos votaciones ningún candidato/a obtiene 2/3 de los votos, en las siguientes votaciones será elegido/a el/la candidato/a que obtenga la mayoría absoluta de votos de los miembros presentes en la reunión del Secretariado. Excepto la elección de coordinadores y coordinadoras de las comisiones, en las que solo se requerirá la mayoría absoluta de los presentes del pleno del Secretariado. En estos casos la votación será secreta si así lo solicitan al menos cinco (5) miembros del Secretariado».

Por otro lado, los socios también han modificado los dos puntos del reglamento interno, el 3.12.1, y el 3.13.6, que afectan la soberanía de las territoriales de la ANC, según los críticos, ya que el primero “fiscaliza la actividad económica” y el segundo “fiscaliza la actividad que puede hacer cada territorial”. El primero, fija que «con carácter especial, siempre que se justifique y fundamente adecuadamente, las asambleas territoriales que lo consideren adecuado podrán optar a una cantidad superior siempre que no supere el 50% de las cuotas, y por un período previamente determinado en la solicitud», y para los críticos es una modificación que «resta autonomía financiera y de gestión». El segundo, dice que “los gastos de las territoriales deben gestionarse con criterios racionales y quedan sometidos a los objetivos, finalidades, actividades y estrategias propias de la Asamblea» y para los críticos pone en cuestión, «la soberanía de las Asambleas de Base».

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