El secretario general de Juntos, Jordi Turull, ha dejado en el aire la asistencia de la formación a la mesa de partidos que ha convocado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para después de las elecciones municipales para debatir el acuerdo de claridad. “Ya veremos qué haremos”, ha dicho Turull en una entrevista en TV3. De este modo, Junts se suma al PSC y también da marcha atrás después de haber dicho en un primer momento que iría a la mesa de partidos. Turull ha recordado a Aragonés que su propuesta “no tiene el aval del Parlamento”.
El dirigente de Junts ha insistido que la apuesta de su partido es rehacer la unidad dentro del independentismo —una de las condiciones que puso a principios de abril para asistir a la mea de partidos— y ha reprochado al presidente de la Generalitat que quiera negociar con los partidos contrarios a la secesión. «Lo que no puede ser es que haya más complicidad para contentar quienes están en contra la independencia», ha lamentado. «Este acuerdo no lo vemos de ninguna forma».

Críticas al Gobierno por la gestión de la sequía
Turull también ha cargado contra el Gobierno por la “incompetencia” que ha demostrado en la gestión de la sequía. Este martes el Parlamento empieza a tramitar la proposición de ley de Junts, que se podría votar jueves, y las negociaciones a tres bandas con ERC y el PSC hacen pensar que se podría llegar a un acuerdo amplio. Turull confía que podrán encontrar un punto de entendimiento con los otros dos grandes partidos, pero ha advertido que no “diluirán” el texto solo para poder decir que han conseguido más votos.
Para el secretario general de Junts, las líneas rojas son un plan de ejecución de inversiones para mejorar la red de abastecimiento de agua y ayudas para los campesinos. Turull se ha mostrado abierto a hablar del régimen sancionador, pero ha recordado que la sequía y la gestión del agua no se solucionan con multas. “No puede ser que las sanciones encallen las negociaciones”, ha dicho. De hecho, las discrepancias sobre las sanciones son lo que hicieron descarrilar la cumbre del agua convocada por el Gobierno catalán hace unas semanas.