El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha defendido que la negociación con Pedro Sánchez y el gobierno español es la mejor opción que tiene ahora mismo el independentismo para avanzar en la resolución del conflicto catalán. «El todo o nada puede ser un desastre. Excepto en casos excepcionales, es peligroso”, ha avisado Pujol en una entrevista en Catalunya Ràdio. El expresidente, que durante sus 23 años de gobierno dominó con maestría la política del peix al cove, ha avisado a ERC y Junts que para maniobrar dentro de España hace falta “inteligencia”.
Las palabras de la exlíder de Convergencia llegan en un momento en el que Junts ha aceptado que mientras negocia con el PSOE tiene que aparcar la vía unilateral y después de que Artur Mas también haya bendecido la estrategia negociadora del partido. El expresidente de la Generalitat aseguró que la negociación con el PSOE había ido “bastante bien” y pidió a los partidos independentistas que aprovechen la oportunidad de poner el “contador a cero” con la amnistía. Mas ha apostado por resolver el conflicto entre Cataluña y España en la “mesa de negociación”.

Negociar como «norma», la filosofía de Pujol
Pujol ha defendido que Cataluña “no se puede rendir ante cualquier imposición de fuera”, pero también ha alertado de que “no se pueden tomar decisiones alegremente” y que hay que poner cordura cuando negocias con Madrid. El expresidente ha defendido que siempre se tiene que negociar “como norma” y ha afirmado que los pactos del independentismo con Pedro Sánchez —a quien ha definido como un político “muy hábil”— son una buena noticia para Cataluña. «A mí me parece un buen acuerdo todo lo que significa una mejora pequeña o grande”, ha añadido. El expresidente ha alertado de que la identidad catalana está en “peligro” porque el catalán está “muy amenazado”.
Preguntado sobre la ley de amnistía que se empezará a debatir en el Congreso después del puente de la Purísima, Pujol ha celebrado que se haya planteado como una medida lo “más amplia posible” para que pueda dar respuesta al gran abanico de causas contra el independentismo y lo ha considerado una vía necesaria para recuperar la concordia. Con todo, no ha querido pronunciarse sobre si tendría que afectarle a él personalmente. «No me tengo que meter mucho en esto. Yo he sido objeto y, por parte de más de un bando, no solo del PP o del PSOE, de gente que tuvo una actitud hostil”, ha reconocido.