Un empresario israelí asegura estar detrás del ciberataque que recibió la Generalitat de Cataluña para intentar parar la consulta independentista del 9-N, según una investigación internacional de varios medios. Con el pseudónimo de Jorge, el empresario Tal Hanan, habría presumido de ser el artífice de la operación durante varias reuniones con potenciales clientes de su compañía, que trabaja con servicios de inteligencia de todo el mundo.

Hanan, de 50 años, es un exmilitar experto en tecnología y que tiene vínculos con la polémica consultora británica Cambridge Analytica, la empresa acusada de poner en marcha una campaña en Facebook para impulsar la candidatura de Donald Trump en las elecciones presidenciales del 2016 utilizando información privada de millones de usuarios de la red social. El empresario ha participado en al menos 33 campañas electorales y ofrece servicios de desinformación a gobiernos, políticos y empresas.

La consulta del 9-N fue el primer embate de Cataluña contra el estado español / Jordi Borràs

En el video obtenido por los medios que investigan el caso se puede ver cómo el empresario se vanagloria de poder «matar Internet en un país europeo durante un referéndum histórico» mientras se ven capturas de noticias de diarios catalanes sobre el ciberataque. «Felip Puig denuncia ataques informáticos de primer orden mundial en el 9-N», dice uno de los titulares de La Vanguardia. Hanan también asegura haber filtrado documentos sobre vínculos inventados entre el independentismo catalán y el Estado Islámico, que nunca se pudieron verificar.

El ciberataque que sufrió la Generalitat el 2014 es la ofensiva informática más potente que se ha registrado en Cataluña. Durante tres días, un ataque coordinado bombardeó las páginas web de la Generalitat y trastocó el servicio de emergencias médicas, el gestor de requerimientos policiales de los Mossos y el portal e-justicia, entre otros. Entidades como Òmnium o la Asamblea Nacional de Catalunya (ANC) también denunciaron ciberataques en sus webs. El ataque informático saturó los teléfonos y las páginas vinculadas con la consulta del 9-N, que el Tribunal Constitucional suspendió.

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