El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha trasladado toda la presión sobre el futuro de las pinturas murales de Sixena al Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC). Illa, que está de gira por Asia, ha asegurado que no quiere “obstruir” la ejecución de la sentencia del Tribunal Supremo que confirma la orden para devolver al monasterio aragonés las pinturas murales que se encuentran en el museo barcelonés. “El marco de la sentencia es el que es”, ha dicho el presidente catalán en una atención a los medios desde Kobe (Japón) durante la cual ha insistido en que hay que “respetar” la resolución. “No volveremos con la voluntad, al menos desde el Gobierno de Cataluña, de obstruir la aplicación y la ejecución de una sentencia, pero sí de garantizar que no se dañen”, ha dicho sin especificar cómo piensa hacerlo. Illa ha evitado las preguntas sobre qué margen de maniobra hay para evitar un traslado que podría dañar para siempre las obras y ha dejado en manos del MNAC la decisión sobre cómo ejecutar la sentencia.
“Hay una sentencia y es así”, ha repetido Illa, que no ha querido apartarse ni un milímetro de la postura oficial del PSC de respetar “todas” las sentencias judiciales, digan lo que digan. Con todo, el presidente de la Generalitat sí ha reconocido que el Gobierno quiere que las obras no se dañen y ha pedido “no correr riesgos” porque podría haber un “daño irreparable” para las pinturas murales. Illa ha recordado que quien “marca el ritmo” es el MNAC, que es quien decidirá “cómo y en qué términos” ejecuta la sentencia. El líder socialista ha pedido abrir un “debate técnico” sobre los riesgos del traslado de las pinturas murales, ya que “algunos expertos muestran una preocupación alta”, mientras que “otros no”.

El presidente catalán ya se ha puesto en contacto con el director del MNAC, con quien tiene previsto hablar por teléfono a lo largo de este jueves por la mañana. También abordará la situación con la consejera de Cultura, Sònia Hernández. Respecto a unas posibles conversaciones con Aragón, se ha limitado a decir que el presidente Jorge Azcón ya conoce su opinión sobre la cuestión y que él se puede “imaginar” qué piensa Azcón. Los dos presidentes se reunieron la semana pasada como parte de la ronda de contactos que Illa ha iniciado con los barones del PP para explicar los detalles de la financiación singular que Cataluña negocia con la Moncloa.
Preocupación por la conservación de las pinturas
La consejera de Cultura, Sònia Hernández, apuntaba este miércoles la que parece que será la estrategia de la Generalitat respecto a las pinturas de Sixena que hay en el MNAC. Confiarlo todo a un informe desfavorable de los técnicos que impida trasladarlas sin desobedecer al Supremo. Según Hernández, los servicios jurídicos de la Generalitat están estudiando con “profundidad” la resolución, pero la “prioridad” es la “preservación del patrimonio”. La consejera recordó que los expertos ven “imposible” retirar, trasladar e instalar las pinturas murales sin que el daño sea “irreparable” y también dejó la decisión final en manos del patronato del MNAC, donde están representadas todas las administraciones, incluido el Estado.
El Tribunal Supremo ha confirmado esta semana la sentencia que obliga al MNAC a devolver a Vilanova de Sixena (Huesca) las pinturas murales de la sala capitular del monasterio. Los magistrados consideran que el museo catalán nunca ha sido el propietario de las obras, sino que las tenía en depósito. Esto hace que el caso no se pueda considerar prescrito. También ignora las advertencias del MNAC, que ha advertido que el traslado de las pinturas murales al monasterio podría dañarlas gravemente. La demanda la interpuso el gobierno de Aragón en nombre de la comunidad religiosa del monasterio de Sixena. Es la tercera vez que la justicia les da la razón después de las sentencias de un juzgado de primera instancia y de la Audiencia de Huesca.