La ampliación del aeropuerto de El Prat anunciada por el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, tras alcanzar un acuerdo con el gobierno español y Aena ha tensado las relaciones con sus socios prioritarios de investidura, Esquerra Republicana y Comuns, con quienes han pactado tres suplementos de crédito para complementar los presupuestos prorrogados de 2023, y también con la CUP, con quien el ejecutivo socialista pactó recientemente regular el alquiler de temporada y blindar la vivienda protegida. Todos ellos lo han evidenciado en la manifestación que se ha celebrado este mediodía en El Prat de Llobregat contra la ampliación del aeropuerto. Los republicanos reclaman a los socialistas que cumplan el acuerdo de investidura, que contemplaba un cambio de gobernanza en la infraestructura, los de Jéssica Albiach ya han advertido al ejecutivo catalán que harán todo lo que esté a su alcance para que el proyecto de ampliación no siga adelante y los anticapitalistas rechazan un proyecto que consideran innecesario.

El portavoz adjunto del grupo parlamentario de Esquerra Republicana en el Parlamento, Jordi Albert, ha lamentado que a estas alturas no hay una «propuesta clara» para dar a la Generalitat una «mayor capacidad» para tomar decisiones y ha reclamado al Gobierno que cumpla con los acuerdos de investidura. La literalidad del acuerdo suscrito entre republicanos y socialistas establece que se debe dar continuidad a la labor de la comisión técnica acordada entre el Gobierno y el ejecutivo español para «definir el nuevo modelo de gestión catalán aeroportuario con el objetivo de transformar el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona». «¿Ya ha cambiado la gobernanza? No está, de momento. Se está trabajando, pero no tenemos una respuesta», ha lamentado. 

Además, los republicanos se oponen frontalmente a la ampliación, y Albert ha dicho que la formación siempre se ha situado en el no porque consideran que ampliar el aeropuerto «no es la solución más adecuada ni precisa para sacar el máximo potencial no solo del aeropuerto de El Prat, sino también del resto de la red aeroportuaria». Finalmente, el portavoz adjunto del grupo republicano ha mostrado su «desconfianza» en los compromisos medioambientales de la propuesta acordada a tres bandas entre Generalitat, gobierno español y Aena. En este sentido, ha pedido a la Unión Europea que mantenga su «exigencia» para proteger el Delta del Llobregat.

El presidente de la Generalitat Salvador Illa / ACN-Lluís Sibils

Los Comuns advierten a Illa que las relaciones «quedan dañadas»

Los Comuns, el otro socio prioritario, ha advertido al Gobierno de Illa que las relaciones con ellos «quedan dañadas» por el proyecto de ampliación. Así lo ha dicho la coordinadora de los Comuns, Candela López, en una atención a los medios desde la concentración en El Prat contra la ampliación. López ha remarcado que su formación hará todo lo que esté en sus manos para poder detener el proyecto, y ha recordado que tanto ellos, como los socialistas también, han sido siempre muy claros con sus respectivos posicionamientos frente a la ampliación del aeropuerto, pero esto, ha dicho, no impide que ahora quieran intentar «detener este despropósito» haciendo presión desde el Parlamento de Cataluña, el Ayuntamiento de El Prat o el Parlamento Europeo. «No necesitamos esos 20 millones de pasajeros más en nuestras ciudades», ha recalcado, y ha remarcado que los espacios naturales del bajo Llobregat «arrastran» grandes agravios.

CUP carga contra la ampliación porque quiere «elitizar un turismo»

Finalmente, la diputada de la CUP Laure Vega ha asegurado que el proyecto no es «en ningún caso» necesario ni para Cataluña ni para la comarca, y, según ha verbalizado, la ampliación se hace con el objetivo de «elitizar un turismo» que, según ella, no aporta «prosperidad compartida» a los ciudadanos del país. «El turismo lo único que hace es precarizar aún más nuestras vidas», ha denunciado, y ha añadido que con este proyecto presentado por Illa «se perderán un 10% de las tierras de cultivo» del Parque Agrario del Bajo Llobregat. «En Barcelona, una de cada diez personas trabaja en el mundo del turismo. Y de estas, la mitad cobra menos de 1.000 euros al mes brutos. No hay prosperidad compartida en el modelo turístico que tenemos», ha dicho.

En declaraciones a la prensa antes de la manifestación, Vega ha reclamado un «cambio de modelo productivo con trabajos de calidad y dignos» que reduzca la dependencia de un modelo turístico que «come la vida». «Lo que está pasando aquí es que la vida es cada vez más difícil, no hay prácticamente pisos de alquiler, ni en El Prat, ni en Sant Boi, ni en Cornellà, ni en el resto de ciudades alrededor de Barcelona», ha lamentado la cupaire, que ha dejado claro que «la ampliación no es en ningún caso necesaria», ha reiterado. 

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