El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha avisado al presidente español, Pedro Sánchez, que la nueva mesa de diálogo que se tiene que poner al marchar durante el primer trimestre de 2024 solo tiene que servir para hablar de autodeterminación y cómo se puede articular un referéndum pactado. En una entrevista en la Agencia Catalana de Noticias (ACN), Aragonés asegura que la mesa de diálogo no puede abordar cuestiones como el nuevo sistema de financiación que reclama Cataluña o un nuevo Estatuto porque “no resolverán el conflicto catalán”.
Aragonés explica que asuntos urgentes como el fin del déficit fiscal o el “financiación singular” que piden los partidos independentistas se tienen que tratar en una comisión bilateral específica entre la Generalitat y la Moncloa. «La mesa de negociación es para resolver el conflicto, que no se resuelve con un acuerdo de financiación”, insiste. El presidente catalán espera que el Departamento de Economía tenga lista a finales de enero o principios de febrero la propuesta de la Generalitat para acabar con el déficit fiscal y entonces será el momento de empezar las negociaciones con Madrid.
Aragonés apuesta por hacer negociaciones separadas
Desde la Sala de los Diputados, en el Palau de la Generalitat, Aragonés ha hecho énfasis en la necesidad de tratar cada carpeta de las negociaciones entre Cataluña y España en espacios diferenciados para centrar las conversaciones y cerrar acuerdos sin mezclar problemáticas. «Me gustaría separar las negociaciones”, ha afirmado el presidente de la Generalitat. “Tenemos que diferenciar de manera muy clara lo que es la resolución del conflicto político con otros debates también importantísimos. Son dos cuestiones absolutamente separadas”.

Aragonés está convencido que la mesa de diálogo solo tiene que servir para abordar el conflicto político con España y ha remarcado que la propuesta que llevarán a la negociación será la autodeterminación de Cataluña a través de un referéndum pactado. Cualquier otra cuestión, como la financiación o una hipotética reforma del Estatuto, reitera el presidente catalán, tiene que negociarse en otro foro, puesto que son opciones que “no permiten vota la independencia” y, por lo tanto, se tienen que tratar en la comisión bilateral entre las dos administraciones.
Poner fin al déficit fiscal “insoportable”, una prioridad
Aragonés ha denunciado que el déficit fiscal de Cataluña es “insoportable”, pero también ha avisado que aunque se llegue a un acuerdo para ponerle fin, no se resolverá el conflicto de fondo. “La financiación y las medidas económicas no resolverán el conflicto, que se resuelve votando”, ha repetido. “No entraremos a intercambiar una cosa por la otra”. El presidente catalán recuerda que es una anomalía que Cataluña sea el tercer territorio que más aporta al Estado, pero solo sea el décimo a la hora de recibir fondo. Hasta ahora, el gobierno español solo se ha mostrado abierto a modificar el sistema de financiación autonómica general sin dar ningún trato preferente a Cataluña, mientras que el PSC es partidario de explotar el consorcio tributario que prevé el Estatuto y que permitiría una gestión compartida de los impuestos que se recaudan en el país, pero descarta ceder a la Generalitat el 100% de los tributos, tal como reclaman ERC y Junts.