El presidente español, Pedro Sánchez, encara la moción de censura de Vox que se empezará a debatir este martes en el Congreso de los Diputados con la vista puesta en la reelección. Es la segunda vez que el líder de la formación ultra, Santiago Abascal, intenta hacer caer el dirigente socialista y todo apunta que acabará igual que la moción de censura del 2020, cuando Vox solo obtuvo sus 52 votos. Sánchez quiere aprovechar el embate de la ultraderecha para desgastar al PP de Alberto Núñez Feijóo y preparar el nuevo ciclo electoral que abren las municipales de mayo y que culminará con las elecciones estatales, previstas para finales de año como muy tarde.
La ministra de Política Territorial y portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, ha advertido a Feijóó que la abstención del PP «liga su futuro político a la extrema derecha». Los populares tienen una papeleta complicada porque no quieren dar alas en Vox, con quien se disputan buena parte del voto más conservador, pero tampoco están dispuestos a dar oxígeno a Sánchez después de haberle recortado mucha distancia en la mayoría de encuestas. Feijóo pidió a Abascal que no presentara la moción porque solo «refuerza» al presidente español, que aprovechará sus turnos de palabra para hacer campaña y vender su acción de gobierno.

Rodríguez ha explicado que los socialistas afrontan la moción de censura «desde el orgullo de saber que el gobierno está atendiendo los españoles con políticas» y lo quieren confrontar con la parálisis que representa el PP. La reforma del sistema de pensiones, la subida sin precedentes del salario mínimo profesional y la reforma laboral serán los principales caballos de batalla de Sánchez, que intentará pasar de puntillas por el conflicto catalán y su dependencia de los partidos independentistas para sacar adelante su agenda legislativa. «Orgullo por el trabajo hecho y determinación porque queda recorrido para revertir los recortes del PP», ha insistido la portavoz.
Un debate largo y lleno de réplicas y contrarréplicas
La moción de censura que ha presentado Vox y que defenderá el exdiputado del PCE Ramón Tamames será la sexta des de la reinstauración de la democracia. El debate arrancará este martes con la intervención de Santiago Abascal, que será el encargado de presentar a Tamames, el primer candidato independiente que defenderá una moción de censura. El economista, que a sus 89 años tiene graves problemas de movilidad, hablará desde el escaño del líder ultra para no tener que subir las escaleras de la tribuna del Congreso. Los dos tendrán tiempo ilimitado para hacer sus discursos y el gobierno español podrá pedir la palabra en cualquier momento para darles la réplica.

A pesar de que no se ha hecho oficial, se da por hecho que Pedro Sánchez será el encargado de liderar la respuesta a Abascal y Tamames. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, volverá a la escena política para ser la cara visible de Unidas Podemos durante la moción y aprovechará para posicionarse como futura candidata a la Moncloa de la plataforma Sumar, que aspira a recuperar la unidad de todos los partidos y espacios a la izquierda del PSOE de cara a las próximas elecciones estatales. A pesar de que algunos partidos, como ERC, apostaban por hacer boicot a la moción, finalmente todos los grupos intervendrán para responder a la extrema derecha.
Los grupos podrán hacer uso del turno de palabra en función de su representación y está previsto que los cuatro grandes partidos –Unidas Podemos, Vox, el PP y el PSOE– intervengan el miércoles. Cada partido tendrá 30 minutos para hacer su discurso y 10 minutos más de contrarréplica. Tamames será el encargado de responder a cada grupo y podrá decidir si lo hace uno por uno o todos al final. Una vez acabe el debate, se procederá a votar. Los diputados se tendrán que levantar uno por uno de su escaño cuando sean llamados por la Mesa del Congreso y tendrán que manifestar el sentido del voto en voz alta. Para prosperar, la moción de censura tendría que conseguir 176 votos –la mayoría absoluta de la cámara–, un resultado imposible después de que el PP haya reafirmado su intención de abstenerse.