Rebelión de las responsables de Igualdad del PSOE por la mala gestión del partido de las denuncias de acoso sexual contra Francisco Salazar, exasesor de la Moncloa que en verano renunció a formar parte de la nueva ejecutiva socialista cuando salieron a la luz las primeras acusaciones. Este miércoles por la noche se reunieron de urgencia para analizar el alcance del caso después de que se hayan publicado testimonios muy contundentes sobre el comportamiento de Salazar con sus subordinadas en el partido y en el gobierno español. “Se subía la bragueta delante de ti, escenificaba felaciones y pedía vernos el escote”, relata una de las denunciantes a elDiario.es. Ferraz ha reaccionado y ha reconocido que fue un “error” tardar cuatro meses en contactar con las afectadas.
La portavoz del PSOE en la Comisión de Igualdad, Andrea Fernández, ha exigido “explicaciones convincentes y detalladas” a su partido sobre la gestión del caso Salazar y se ha declarado “disgustada y muy dolida”. Fernández, que entre 2021 y 2024 fue secretaria de Igualdad en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, no ha querido explayarse sobre el contenido de la reunión con el resto de responsables de Igualdad del partido, pero ha asegurado que todos expresaron su malestar. “Tuvieron la ocasión de decir lo que consideramos”, ha añadido. “Prefiero que quede así porque creo que hay que respetar y proteger esos espacios”.
El trabajo de las responsables de Igualdad
La diputada ha recordado el “gran trabajo” que hacen todas las mujeres que trabajan en materia de Igualdad en el PSOE. “La verdadera identidad y el verdadero valor del Partido Socialista son todas estas mujeres que se dejan la piel para impulsar políticas de igualdad en sus municipios y comunidades autónomas”, ha defendido Fernández. Personalmente, dice, aún “espera recibir explicaciones convincentes sobre lo que está pasando”. Salazar estuvo a punto de ser nombrado adjunto a la secretaría de Organización del PSOE tras la salida de Santos Cerdán, ahora imputado por corrupción, pero no se llegó a formalizar a raíz de las primeras denuncias. Por eso, quiere que “quede muy claro, negro sobre blanco, qué es lo que ha pasado” y exige que se “proteja a las víctimas”.

También ha lamentado que hayan “preferido” denunciar el caso en un medio de comunicación antes que hacerlo por los mecanismos internos, como sí ocurrió en el mes de julio, un hecho que demuestra que algo no ha funcionado. «Quiero mostrar esta preocupación y este dolor que siento y que sepan que somos muchísimas las personas que estamos tratando de sacar adelante todo esto, que estamos aquí para ellas. [Les pido], por favor, que confíen en nosotros y, sobre todo, que confíen en nosotras [las responsables de Igualdad], que estaremos aquí para exigir todas las responsabilidades que sean necesarias».
Ferraz intenta hacer control de daños
La crisis interna por la mala gestión del caso Salazar ha obligado a Ferraz a reaccionar y ha reconocido “el error” de tardar cuatro meses en ponerse en contacto con las mujeres que dieron el paso de contar su experiencia a través del canal interno de la formación. Fuentes socialistas han admitido el error de haberlas contactado hasta esta misma semana, ya que las denuncias se presentaron en julio. Con todo, las mismas fuentes aseguran que en ningún momento se ha intentado ocultar el caso ni restar credibilidad al testimonio de las mujeres que han denunciado, sino que ha habido un problema grave en la gestión de las acusaciones.
Desde Ferraz defienden que Salazar fue apartado inmediatamente cuando se presentaron las primeras denuncias alertando de los comportamientos inadecuados del exasesor de Pedro Sánchez. En ese momento, Salazar era secretario de Coordinación Institucional de la Moncloa y tenía un asiento en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE como secretario de Análisis y Acción Electoral. Al destaparse las denuncias, el partido le obligó a renunciar a todos los cargos y anuló su ascenso como adjunto a la Secretaría de Organización. La polémica ha estallado al saberse que el expediente desapareció de la plataforma informática del partido, pero desde la dirección remarcan que fue temporal y que la investigación sigue en marcha a pesar de que Salazar ya no es militante, ya que se dio de baja la semana pasada.

