Los días 15, 16 y 17 de noviembre serán claves por el futuro del PSOE. El actual presidente del gobierno español y líder de los socialistas, Pedro Sánchez, ha avanzado un año la celebración del 41.º congreso de la formación para reorganizar los cargos del partido en medio de un contexto de fragilidad a causa del acuerdo entre el PSC y ERC que ha convertido Salvador Isla en el nuevo presidente de la Generalitat. Después de las críticas entre algunas baronías del PSOE hacia la financiación singular acordado entre socialistas y republicanos, el PSOE intenta dar una vez sobre la mesa y reta al sector más crítico del partido a exponer sus discrepancias durante el congreso interno de la formación.
Con el adelanto del congreso del partido, que se tenía que celebrar durante la segunda mitad de 2025, Sánchez también fuerza el adelanto de los diferentes procesos de renovación de la formación. Concretamente, la cita de mediados de noviembre a Sevilla sirve como pistoletazo de salida en los congresos de las federaciones territoriales del PSOE, que empezarán a principios de 2025 y que implicarán la renovación de los barones territoriales -algunas de las voces más críticas con el acuerdo con ERC por la financiación singular. Es precisamente la financiación catalana el principal punto de desavenencias internas. De hecho, algunos presidentes autonómicos, como es el caso del presidente del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el cual se ha posicionado abiertamente en contra de la financiación singular, pero también de los socialistas aragoneses, que la semana pasada aprobaron por unanimidad –en una votación a la cual no participaron los afines a Sánchez- en contra de la financiación acordada con los republicanos.

Tensión interna
La edición de este año del congreso socialista se presenta en plena división interna. Las críticas de un sector del partido contra la financiación singular acordada por Cataluña ha abierto una rendija en la formación, motivo por el cual desde el PSOE consideran que este congreso es el marco idóneo para limar las discrepancias. De hecho, la portavoz del partido, Esther Peña, considera que el encuentro servirá para «reforzar» la armadura ideológica del PSOE ante los próximos «desafíos de la sociedad»: «Está claro que nosotros afrontamos los problemas como la financiación, y a veces no es fácil», ha aseverado.

