El fracaso de la investidura de Alberto Núñez Feijóo ha dado alas al PSOE que, después de semanas de eufemismos y declaraciones con sordina, empieza a hablar abiertamente de la amnistía. Y el escogido para hacerlo ha sido el flamante diputado y exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, que este martes dio la sorpresa cuando subió al atril del Congreso para dar la réplica a Feijóo. En una entrevista en Catalunya Ràdio, Puente ha reconocido que una ley de amnistía es una “manera de rebajar la tensión en Cataluña” y de “dar una salida a personas que han quedado fuera del juego democrático, a pesar de haberse equivocado”.
Más allá del gesto de hablar de la amnistía, un papel que hasta ahora había asumido Sumar casi en exclusiva, el diputado socialista no ha dado ningún detalle sobre el estado de las negociaciones con el independentismo catalán. Sí que ha marcado, en cambio, una línea roja muy clara: el referéndum de independencia que reclaman la Generalitat y los partidos independentistas. “Si un referéndum implica decidir si Cataluña está o no en España, no es posible ni viable”, ha dicho Puente. “Si la discusión va de cómo se tiene que relacionar Cataluña con el resto del estado, se puede hablar”, ha añadido en referencia al Estatuto del 2010 que el PP “no respetó y arrasó”.

Satisfacción en el PSOE con la elección de Puente
La decisión de reservar a Pedro Sánchez y dejar la réplica a Feijóo en manos de un diputado raso descolocó al PP. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, ha defendido que la elección de Óscar Puente fue acertada y ha negado que fuera un desprecio a la cámara baja o al mismo Feijóo. López ha recordado que es una decisión legítima y considera que la confusión del PP al ver que Puente era quien haría el discurso de los socialistas significa que fue “acertada”. La idea del PSOE era poner a Feijóo “ante el espejo”, puesto que el diputado socialista no es alcalde de Valladolid porque PP y Vox pactaron para arrebatarle el Ayuntamiento.