El Partido Popular maniobrará en todos los frentes posibles para boicotear la aprobación de la ley de amnistía. Después de que ocho vocales conservadores del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) hayan pedido un pleno para rechazar la amnistía, los populares han abierto un nuevo frente en el Senado, donde tienen mayoría absoluta. El Grupo Popular ha presentado una reforma del reglamento de la cámara alta para ampliar el plazo que tiene la Mesa para decidir si aplica o no el procedimiento de urgencia en los proyectos de ley que envíe el gobierno español o el Congreso.
Fuentes del PP ha explicado en Europa Press que el objetivo es modificar el artículo 133 del Reglamento del Senado, que da a la Mesa “veinte días para ejercer sus facultades de orden legislativo”, para extender hasta dos meses el plazo de la cámara alta para pronunciarse. De este modo, el Senado podría retrasar —que no evitar— la aprobación de la ley de amnistía, pieza clave del acuerdo de investidura de Pedro Sánchez con los independentistas catalanes, pero también vascos y gallegos. Además, quieren que la Mesa se pueda pronunciar sobre las proposiciones de ley que lleguen por la vía urgente.

Las justificaciones del PP para reformar el reglamento del Senado
La proposición de ley es la fórmula que previsiblemente se utilizará con la ley de amnistía y es la misma fórmula que se usó para derogar el delito de sedición y reformar el de malversación. “El objeto específico de esta reforma reglamentaria no es otra que la de ofrecer mayores oportunidades al rigor y la calidad de la función legislativa del Senado”, justifican los populares a la propuesta de modificación. También defienden que los senadores necesitan disponer del “tiempo necesario para paliar, al menos, los déficits de documentación y análisis técnico y jurídico, así como de debate público y de participación social, de los que, como la experiencia demuestra, suelen sufrir este tipo de iniciativas legislativas”.
Si, como todo hace pensar, esta reforma sale adelante, el PP podría dilatar la aprobación de la ley de amnistía hasta muy entrado el 2024. Los plazos del Congreso llevan la aprobación de la ley de amnistía a mediados de diciembre. Como el mes de enero es inhábil, no se computa para el plazo de dos meses que tendrían los populares para decidir sobre la tramitación. Esto haría que la norma estuviera bloqueada en el Senado hasta marzo y después todavía tendría que volver al Congreso.