El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha admitido que su partido ha mantenido “contactos” con Junts para explorar un posible entendimiento para su investidura, pero ha asegurado que fueron a petición del partido independentista. En una entrevista en Telecinco, Feijóo ha explicado que los populares decidieron cortar los contactos después de escuchar el discurso de Carles Puigdemont, donde reclamó la aprobación de una ley de amnistía como condición previa para negociar la investidura del futuro presidente español.

Los populares consideran «inmoral, ilegal» e “inaudita” la decisión del PSOE de negociar una posible amnistía por los hechos del 1-O. Ante la imposibilidad de obtener los apoyos necesarios para investir a Feijóo, el PP ha decidido intentar arrinconar al PSOE de cara a una posible repetición electoral. De hecho, ya han anunciado que usarán su mayoría absoluta en el Senado para convocar la comisión general de las comunidades autónomas para que «todos los presidentes autonómicos vayan al Senado y puedan opinar sobre si en España manda alguien que está en la oposición en una comunidad autónoma”.

La cabeza de lista del PP por Barcelona, Nacho Martín Blanco, votando a la urna del Congreso del casal de gente mayor San Ildefonso de Barcelona / ACN

El PP catalán carga contra el PSOE por hablar con Puigdemont

El diputado del PP y cabeza de lista de los populares en las elecciones del 23-J, Nacho Martín Blanco, ha salido al paso de algunas críticas contra su partido por haber mantenido contactos con Junts y ha negado rotundamente que llegaran a hablar con Puigdemont. «Sería un auténtico disparate contactar con una persona fugada de la justicia, un prófugo”, ha dicho Martín Blanco en una entrevista en TV3. El diputado catalán ha querido diferenciar las conversaciones directas con Waterloo de los “contactos en el ámbito parlamentario” que se han producido con Junts.

El popular también ha cargado contra el PSOE —que según ellos “ha claudicado”— por haberse puesto en “contacto con un huido que desprecia la democracia y los ciudadanos”. Martín Blanco cree que la aprobación de una ley de amnistía sería un “golpe a la Constitución y a la democracia».

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