El secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, ha explicado en una rueda de prensa los detalles del acuerdo firmado esta mañana con el secretario general de Junts, Jordi Turull, para la investidura del socialista Pedro Sánchez, y ha subrayado que el pacto va más allá de la investidura, «es de legislatura». «Es un acuerdo entre dos formaciones con diferencias, pero que pueden encontrar puntos de acuerdo» y ha remarcado que han pasado seis años de los del 2017 «y el conflicto sigue sin resolverse». «Estamos preparados para abrir una nueva etapa histórica, en la que a partir del respeto y el reconocimiento del otro se busque una solución política y negociada», ha sentenciado.
Cerdán ha señalado que «es hora de conceder a la sociedad un nuevo horizonte en que la política sea el marco donde se resuelvan las diferencias» y ha dejado claro que la ley de amnistía «está acordada». «Es evidente que la ley de amnistía tiene que estar firmada por los partidos que le quieran apoyar, así que se la presentaremos», ha detallado, y, en este sentido, ha afirmado que el texto está «muy trabajado«, pero ha resaltado que «será el TC quién la revise». «Estamos seguros de que será Constitucional«.
En este sentido, el número tres del PSOE ha recordado que la ley de amnistía cubrirá los hechos relacionados con el proceso desde el 2012 hasta el 2023, y en cuanto a los casos de ‘lawfare’ tendrán que ser los jueces los que determinen si se tiene que aplicar en cada caso. En cualquier caso, ha negado que durante las negociaciones se haya hablado de «nombres concretos». Aun así, ha confirmado que la imputación de terrorismo a Carles Puigdemont y Marta Rovira por parte del juez de la Audiencia Nacional que instruye la causa del Tsunami Democrático, Manuel García-Castellón, obligó las partes a repasar todos los adelantos que se habían hecho en el redactado de la ley.

El reconocimiento de Cataluña como nación queda pendiente
Por otro lado, el dirigente de los socialistas españoles ha dicho que están «muy contentos» con el pacto porque, según ha reconocido, «no era fácil» y que ha comportado un trabajo negociador «duro» e «intenso». Aun así, ha reconocido que todavía hay carpetas que se tendrán que seguir negociando cómo es el tema del reconocimiento de Cataluña como nación que se tienen que seguir negociando: «Es uno de los temas que tenemos que seguir hablando en las tablas de negociación». «Ha sido uno de los debates importantes» de la negociación, ha admitido del dirigente del PSOE.
Preguntado sobre la posibilidad de un referéndum acordado, el secretario de organización del PSOE ha dicho que se ha hablado, pero se ha limitado a decir que Junts per Catalunya «sabe cuál es la posición de los socialistas» y ha remarcado que la formación de Laura Borràs y Jordi Turull «sabe que la nuestra línea roja es la Constitución». Finalmente, ha resaltado que el acuerdo ha estado posible a pesar de que las dos formaciones partían y mantienen discrepancias profundas en algunos temas.