La directora general de la Guardia Civil, Maria Gámez, ha presentado su dimisión por el escándalo de corrupción de su marido, que ha sido citado como imputado en un procedimiento judicial que investiga el desvío de fondos públicos de la Junta de Andalucía durante el gobierno del PSOE en la comunidad. Gámez ha asegurado que es una decisión «difícil», pero que era «la única posible para proteger a la familia y a la Guardia Civil».
Gámez fue nombrada directora de la Guardia Civil en enero del 2020 y fuentes de la Moncloa han confirmado que será sustituida por la delegada del gobierno español en Madrid, Mercedes González. «Sin entrar en el derecho de la presunción de inocencia, tomo la decisión por los principios de honestidad y responsabilidad», ha dicho en una comparecencia de prensa. Gámez ha pedido que no se utilice una «circunstancia personal» para atacar a la Guardia Civil o al gobierno español.

Momento complicado para la Guardia Civil, asediada por los casos de corrupción
Sin embargo, la dimisión de la directora general de la Guardia Civil llega en un momento complicado para el cuerpo. La justicia tiene abiertas varias investigaciones judiciales por presuntas irregularidades en las obras en 13 comandancias. El Instituto Armado también se ha visto implicado en el caso Mediador, una trama que ofrecía ventajas en la contratación pública que lideraba el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni, que ha salpicado dos generales retirados, Pedro Vázquez Jarava y Francisco Espinosa Navas, este último ya a prisión.
María Gámez sustituyó a Félix Azón al frente de la Guardia Civil en enero del 2020. Fue nombrada por el actual ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Antes había sido subdelegada del gobierno español en la provincia de Málaga y regidora del Ayuntamiento de la misma ciudad.
La ya exdirectora de la Guardia Civil hizo uno de sus últimos viajes oficiales a Andorra en plena polémica judicial entre España y Andorra por la trama andorrana de la Operación Cataluña.

