El ministro de la Presidencia del gobierno español en funciones, Félix Bolaños, asegura que las negociaciones con Junts «están avanzando», a pesar de que es muy complicado poder hablar de investidura por esta semana. Es por eso que desde la Moncloa enfrían la urgencia para llegar a un acuerdo de investidura y piden paciencia. Según apuntan desde la ACN, en una conversación con la prensa a los pasillos del Senado, lugar donde se ha celebrado la comisión de control, el ministro ha querido dejar claro que «hoy por hoy la fecha de investidura no tiene importancia», sino que es prioritario centrarse a establecer unos pactos muy fundamentados sin dejarse llevar por el reloj: «Estamos en un momento muy bonito. Hasta que no esté todo ligado, no habrá acuerdo», asevera.
En unas declaraciones previas a la comisión de control, Bolaños ha afirmado que las conversaciones con Junts «están avanzando» y que trabajan «sin descanso» diariamente para que el eventual acuerdo llegue a buen puerto. «No podemos dar un horizonte temporal, solo seguimos hablando», remarcan fuentes socialistas a la Agencia Catalana de Noticias, que recuerdan que, a pesar de que hace una semana consideraban el acuerdo con los juntaires prácticamente cerrado, ahora ha quedado encallado por unas cuestiones «técnicas» sobre la ley de amnistía. Así pues, bajo esta premisa, el objetivo final es el 27 de noviembre, día límite para investir a Sánchez.

Protestas a Ferraz
Mientras la Moncloa enfría las prisas para investir a Sánchez, la derecha más conservadora de España ha decidido protestar contra el acuerdo que ya cerraron los socialistas con los republicanos la semana pasada sobre la amnistía. Este lunes por la noche, Vox impulsó una concentración ante las puertas de la sede del PSOE a Madrid, en la calle Ferraz, que ha dejado imágenes poco esperadas de cargas de la policía española contra los ultras que los propiciaban gritos de «piolines«. En declaraciones a los pasillos del Senado, Bolaños ha calificado de «preocupando» el hecho que la ultraderecha «convoque manifestaciones ultras y violentas» como la de este lunes ante la sede del PSOE a Ferraz, «pero todavía es más preocupante cuando el PP y su líder provisional las justifica».