La portavoz de ERC en el Parlamento, Ester Capella, ha exigido “responsabilidades a quien corresponda” tras el caos vivido en Rodalies este lunes, al día siguiente de la desconvocatoria de la huelga de los trabajadores de Renfe y Adif. Los sindicatos mayoritarios llegaron a un acuerdo con el Ministerio de Transportes y el Departamento de Territorio a “última hora” del domingo, pero la mala planificación de Renfe hizo que la semana comenzara con numerosas incidencias por la falta de trenes y nula información a los usuarios, muchos de los cuales esperaron más de una hora en los andenes sin que pasara ni un solo tren. La indignación es aún mayor si se tiene en cuenta que en la Comunidad de Madrid, donde también había huelga y Renfe es la operadora de Cercanías, no hubo incidencias destacables ni problemas organizativos.

“La desconvocatoria de la huelga debía significar que el servicio funcionara y alguien debería dar explicaciones y asumir responsabilidades”, advirtió Capella en una entrevista a SER Catalunya. Aunque dos sindicatos minoritarios se descolgaron del acuerdo y durante todo el día circularon rumores sobre una huelga encubierta, tanto Renfe como el resto de sindicatos han negado que hubiera un boicot de los trabajadores. Capella quiere que Renfe y Adif “den explicaciones y, si son insuficientes, a alguno de los responsables directos se le tendrá que pedir alguna responsabilidad”, ya que “demasiado a menudo fallan muchas cosas y demasiado a la vez, y de eso es responsable la operadora y quien mantiene las vías”.

La portavoz de ERC en el Parlamento, Ester Capella, interviniendo en una sesión de control al Gobierno la legislatura pasada / ACN

La portavoz de ERC ha asegurado que el acuerdo con los sindicatos para que la nueva compañía mixta sea una filial del Grupo Renfe y una participación mayoritaria de Renfe Viajeros es una solución de “transición” que ofrece “mecanismos de garantía de los trabajadores” mientras se busca una fórmula definitiva para el “traspaso efectivo” del servicio. “Estás arrancando una muela, y por eso cuesta. El Estado y algunos poderes reaccionan en contra de que Cataluña tenga más autogobierno”, advirtió. Además, considera que lo más importante es encontrar un “mecanismo para que cada paso sea irreversible” para evitar que un cambio de gobierno deshaga todo el trabajo realizado. “Cada paso que damos debe ser un paso que impida que se pueda retroceder”. Tanto Junts como la CUP han criticado la “tomadura de pelo que supone el acuerdo, mientras que el PSC lo ve como un “paso adelante” para avanzar en el traspaso del servicio.

¿Cómo queda la empresa mixta tras el acuerdo con los sindicatos?

El pacto del Ministerio de Transportes y el Departamento de Territorio con los principales sindicatos de Renfe y Adif prevé que la operadora ferroviaria sea la encargada de crear una filial, de la cual controlará el 50,1% de las acciones y orgánicamente dependerá del Grupo Renfe. La Generalitat tendrá el 49,99% restante de las acciones y presidirá el Consejo de Administración de la nueva sociedad, con lo cual tendrá mayoría porque dispondrá del voto de calidad de la presidencia. De esta manera, la Generalitat mantiene el poder de decisión en la sociedad —aunque queda por ver qué margen de actuación tendrá— y los trabajadores continuarán bajo el paraguas del convenio colectivo de Renfe, del acuerdo de Garantías y del resto de acuerdos laborales que se aplican al grupo, que era la principal preocupación de los sindicatos.

ERC se reunirá “en los próximos días” con Transportes y Territorio para abordar la letra pequeña del acuerdo y perfilar el calendario de las siguientes etapas. La prioridad es constituir la nueva empresa mixta, que debería estar creada “antes del 31 de diciembre” y concreta el traspaso del tramo de la línea R1 que conecta Barcelona con el Maresme. Los republicanos defienden que el acuerdo del domingo es necesario porque el traspaso “solo será posible de la mano de los trabajadores” y dan un margen de dos años para “buscar la fórmula de preservar los derechos de los trabajadores, sobre todo el derecho a la movilidad” y garantizar que la empresa mixta esté controlada por la Generalitat. “Sin trabajadores, los trenes no se pondrían en marcha”, justifican.

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