Después de las elecciones españolas de este pasado domingo, el debate para decidir quién formará gobierno a Madrid ha quedado en manos de Carles Puigdemont. Desde Junts han dejado muy claras qué son las suyas condiciones para facilitar la investidura de Pedro Sánchez: amnistía y un referéndum de independencia para Cataluña. Ahora bien, a pesar de haber reiterado varias veces que no cambiarán de postura si los socialistas no aceptan estas condiciones, desde el PSOE creen que son solo un punto de partida y confían que obtendrán el apoyo de la formación de Puigdemont para formar gobierno. De hecho, algunas voces de la cúpula socialista consideran que estas condiciones son más un mensaje hacia su formación que unos puntos realistas sobre los cuales negociar.
Los de Sánchez también han dejado claro que las condiciones que les ponen desde Junts para ofrecerles su apoyo no son viables porque no quedan recogidas dentro de la Constitución, pero confían en poder llegar a un acuerdo que satisfaga la formación independentista. Así pues, las dos posiciones se mantienen muy alejadas en estos momentos. Aun así, desde el PSOE creen que llevan el peso de la negociación porque ven poco factible que Junts entre en una dinámica de enfrentamiento con el PSOE y que es muy complicado que actúen en contra de un gobierno progresista, puesto que les resultaría difícil de explicar a su electorado. Unas creencias alejadas del que han declarado para el momento desde Junts, que han remarcado que no los temblará el pulso en la hora de no investir Sánchez.

De quien se alejan en estos momentos los socialistas para formar gobierno es del PP. A pesar de no negarse a dialogar con los populares, los socialistas no tienen ninguna prisa en negociar con Feijóo un posible acuerdo.
Voces partidarias de pactar con el PP
La exlíder del PSOE en Euskadi Nicolás Redondo ha rechazado en unas declaraciones de este miércoles que Puigdemont sea «el árbitro de la política española» después de los resultados del 23-J y es por eso que insta Sánchez a negociar con Feijóo para llegar a un acuerdo de gobernabilidad. Redondo considera que si no se hace un pacto con el PP, la presidencia española depende «de un fugat de la justicia»: «No hay democracia sólida que se respete si cualquier Gobierno se apoya en un grupo parlamentario dirigido desde un país extranjero», sentencia.