Los Comunes trabajarán para que haya un «gobierno progresista». Esta es la principal idea –y casi única– que ha querido transmitir este martes el portavoz del partido, Joan Mena, que ha insistido que no facilitarán «cualquier otra cosa». Mena, que ha comparecido después de la ejecutiva del lunes por la tarde, ha admitido la necesidad hacer «autocrítica» y no ha querido aclarar cuáles son sus líneas rojas. Los Comunes, eso sí, contemplan «varias fórmulas» de investidura y se han abierto a investir el candidato socialista, Salvador Illa, sin entrar a formar parte del gobierno catalán. «Nosotros priorizaremos los contenidos. No estamos planteándonos si entramos o no en el gobierno, no es nuestra prioridad», ha insistido Mena.
Después de los resultados electorales –Albiach ha pasado de ocho a seis diputados, pero sería decisiva en un tripartito–, los Comunes avisan que las únicas alternativas en el gobierno progresista son la «coalición del asfalto», refiriéndose a una hipotética sociovergencia, y la repetición electoral. Por eso han pedido a Salvador Illa que negocie un pacto con ERC y los Comunes por abrir una etapa «de estabilidad» que «solo puede venir por un giro a la izquierda». Los de Jéssica Albiach confían en que un gobierno de Illa abandone lo que consideran que ha sido una deriva a la derecha del PSC y que se acerque más a los postulados de Pedro Sánchez.

Los Comunes todavía no han decidido cuáles serán sus negociadores y tampoco han aclarado qué condiciones pondrán sobre la mesa para investir Illa. Con cierta ambigüedad, Mena ha combinado declaraciones como «no cambiaremos de posición política» –preguntado por el Hard Rock– con afirmaciones como «no negociaremos a través de los medios de comunicación», repreguntado por las condiciones que ponen. Lo que sí que ha afirmado, taxativamente, es que los de Albiach no participarán de ninguna fórmula que incluya PP o Junts. En este sentido, Mena ha criticado que Carles Puigdemont quiera presentarse a la investidura, lo cual ve como una estrategia del junter para «forzar una repetición electoral».
Malos resultados
Los Comunes han perdido dos diputados en el Parlamento de Cataluña, bajando un escaño en Barcelona y perdiendo el que tenían en la demarcación de Tarragona la legislatura pasada. Mena lo atribuye a un contexto «de altísima polarización», marcada por la disputa entre Illa y Puigdemont. A pesar de la autocrítica, Mena ha querido hacer valer que los Comunes mantienen «un espacio propio» en el Parlamento y que son «imprescindibles» para la formación del próximo Gobierno.
Más claro ha sido con la derrota del partido a Tarragona, donde los Comunes lo han apostado todo a la negativa al Hard Rock. Mena reconoce que el resultado «es una mala noticia» y un «toque de atención» para su formación. Aun así, el portavoz ha remarcado que el resto de formaciones ya saben cuál es su postura respecto a este proyecto. Postura, insiste, que no han cambiado a pesar de los resultados. Mena también ha lamentado el poco peso de los Comunes en todo Cataluña y se ha marcado como hito «seguir trabajando la implementación territorial para conseguir un buen resultado».