Este domingo 21 de abril se celebran elecciones en el País Vasco y todas las últimas encuestas señalan que EH Bildu, con Pello Otxandiano de candidato, está en disposición de dar el sorpasso al PNV, con Imanol Pradales al frente después de tomar el relevo el lehendakari Iñigo Urkullu, en las urnas. La victoria de la izquierda
La periodista e investigadora, Zuriñe Rodríguez, opina que estas elecciones serán las «más intensas de los últimos 20 años» y cree que «será la primera vez que habrá partido real» entre el PNV y Bildu porque las encuestas dan la victoria a la candidatura abertzale, pero lo hacen con un margen muy estrecho y el margen de error que suelen tener los sondeos podría dar lugar a “un empate técnico” con una “EH Bildu al alza y un PNV a la baja”. «Puede ganar», afirma. Un argumento compartido por la doctora en Comunicación Audiovisual y Publicidad y profesora a la EHU, Estitxu Garai, que detalla que estos comicios se perciben como «competidos» porque «son las primeras elecciones donde está en cuestión la hegemonía del PNV» y es un aspecto que, según ella, «ha condicionado bastante toda la campaña», y añade que una de las claves para entender la posición en la se encuentra Bildu es que ha sabido conectar “con las preocupaciones de la ciudadanía sin renunciar al proyecto político soberanista”.
«Todo indica que Bildu está en condiciones de ganar», asegura Asier Blas, politólogo y profesor del Euskal Herriko Unibertsitatea (EHU), y señala que estas elecciones le parecen un tipo de segunda vuelta a los comicios del 2012, la última vez que hubo una competencia tan directa entre las dos formaciones nacionalistas porque durante estos años la irrupción de Podemos la dejó en suspenso. Entonces, recuerda que incluso una encuesta le dio la victoria a Bildu frente al PNV, pero las urnas dieron un resultado con «bastante diferencia entre uno y el otro». Fueron 27 escaños para los

Álava, un territorio clave
Con un feudo muy claro para cada uno de los partidos que compiten por la victoria, puesto que se da por hecho que Bildu ganará Guipúzcoa y el PNV lo haré en Vizcaya, será clave el resultado de Álava porque, según apunta Rodríguez, es el territorio donde «todo está abierto», puesto que en los últimos cuatro años han ganado cuatro partidos y porque, además, el voto «es más barato». Es decir, cuesta menos sacar un escaño debido a la ley electoral vasca.
En este sentido, Asier destaca que Álava es la demarcación que hace que el Parlamento vasco «sea plural» porque «quedan representados todos los partidos que estarán en la cámara». «Nos da una foto más parecida a la que será el parlamento, y quien gane en Álava prácticamente ganará las elecciones». Y, en este sentido, apunta que «todo indica, además por la tendencia también ya consolidada de las últimas elecciones, que será a Eh Bildu».
Estitxu, por su parte, comparte los argumentos de los otros dos expertos, porque insiste en que Álava es un territorio «muy disputado» y «muy igualado», pero cree que hay que poner especial atención en los votos que pueda recortar Bildu al PNV en Vizcaya: «puede ser clave para que Bildu sea la primera formación también en votos, no solo en escaños, porque es la población donde vive la mayoría de la comunidad autónoma vasca».

El papel de los indecisos y la abstención
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es el porcentaje de indecisos, que se sitúa alrededor del 20%, unos votantes que pueden hacer que la victoria se decante hacia un lado o hacia el otro. «Son los que moverán la balanza y los que finalmente darán la victoria a Bildu o al PNV», asegura Zuriñe Rodríguez, aunque Estitxu Garai apunta que Bildu tiene un voto «más fiel y consolidado» y esto provoca que la base de la cual parten unos y otros «no es la misma». «Con un 20%, incluso más, de indecisos e indecisas, la campaña está teniendo una relevancia que otras campañas electorales quizás no tienen porque hay «más incertidumbre y más pulsión de cambio».
«Es verdad que hay más volatilidad que nunca entre los electores», admite Asier Blas, que subraya que esto no es nuevo y es una tendencia consolidada porque «cada vez hay menos creyentes de las iglesias y el voto lo utilizan de manera estratégica». A pesar del alto porcentaje de indecisos que puede decantar la balanza, él apunta que hay mucha gente que se plantea ir a votar o no ir. Así mismo, cree que Bildu tiene muchas probabilidades de ganar si la participación se sitúa alrededor del 60%, pero estas posibilidades de victoria disminuyen si se produce una participación del 65-70%. En este caso, pone la mano al fuego que ganará el PNV.

La crisis del PNV y la imposibilidad de un gobierno de coalición nacionalista
Los tres no tienen ninguna duda que el PNV y el PSE reeditarán el pacto para formar un gobierno de coalición si las urnas les otorgan la mayoría. Además, creen que los jetzales no quieren compartir gobierno con los abertzales porque es una formación que le podría batallar la hegemonía nacionalista en el País Vasco y porque los de Andoni Ortuzar están en pleno proceso de reconstrucción. Garai expone que los nacionalistas vascos están «muy cómodos» con la alianza con el PSE porque «no les exige mucho» y señala que es una formación que «ha perdido la ambición de país en algunos ámbitos». «Tendría que haber como una ambición transformadora de coger las riendas del país en otro sentido para que se diera esta gran alianza estratégica con EH Bildu», expone.
Un argumento bastante pareciendo al de Blas que cree que estas situaciones solo ocurren “en situaciones excepcionales” desde el punto de vista nacional y cree que ahora mismo no se dan las condiciones para hacerlo. «No se ve que tenga ningún rédito para ambos juntarse en un gobierno en el cual los dos saldrán escaldados. Son dos opciones diferentes y que pugnan para ser lo primero», sentencia. «Al PNV se le están muriendo los votantes y a Bildu le están creciendo los suyos» y, además, subraya que el PNV tiene una crisis enorme. Aun así, destaca que al ser un partido histórico «tiene grandes amarras» y «capacidad de resistir» un embate tan complicado como el de ahora, aunque cuestiona «la estrategia, la táctica y la comunicación». «Por eso creo que no permitirá de ninguna forma que Bildu gobierne», concluye.