Ni Alberto Núñez Feijóo, presidente del partido y líder español del PP, ni los presidentes de las juntas de Andalucía y de Castilla y León, Juanma Moreno i Alfonso Fernández Mañueco, ni la secretaria general Cuca Gamarra. Incluso, ni el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol. La verdadera mediática de la campaña del PP ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. En la visita a Sarriá, la plaza fuerte de la ultraderecha en Barcelona –Sarriá-Sant Gervasi es el distrito donde Vox saca más votos–, se paseó por las calles del barrio como una auténtica estrella de Hollywood, saludando y haciéndose fotos con todo el mundo. Quizás por esta tirada que tiene, y para obtener ún voto más en la ciudad del candidato Alejandro Fernández, los directores de la campaña han hecho lo posible para llevarla este último día de campaña al barrio de Sant Pere y Sant Pau de Tarragona, y más tarde a Cambrils y en Lleida, como ella misma ha recordado.
En la antigua Tàrraco, Isabel Díaz Ayuso ha venido a decir que Madrid ama Cataluña, a pesar de que no con estas palabras exactas, y que en España preocupa lo que pasa el Principado. La presidenta ha defendido que desde la capital del estado nunca ha habido odio, sino admiración, y ahora preocupación por la «decadencia» que ha generado el Procés. Además de apelar a buscar lo que une y no lo que separa para una mejor convivencia, ha vuelto al discurso que el «nacionalismo sí que es odio» a todo el mundo que no acepta un pensamiento único del independentismo que, asevera, «ha secuestrado la convivencia». Ayuso ha apuntado que los catalanes son acogedores. «Me piden que no los abandonemos, que venga más», ha dicho. Y en una línea parecida ha soltado «que cuando Madrid y Barcelona se unen son imbatibles en el mundo.»

Alejandro Fernández, contra «los delirios identitarios»
Antes de pasar por Tarragona, el candidato Fernández y el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, han pasado por la bodega Cannals & Munné, a Santo Sadurní, en el Penedès. Alejandro Fernández ha reclamado el apoyo de la ciudadanía domingo para «poner a la agenda política las preocupaciones» de la gente y no «los delirios identitarios». En una comarca agrícola, donde la viña es la protagonista, el agua juega un papel vital, y el jefe de cartel del PP ha aprovechado la ocasión para criticar la gestión de la sequía que se ha hecho desde 2008, lo cual incluye PSC, ERC y Junts. «Un gobierno que no puede garantizar el abastecimiento de agua para los ciudadanos y sectores económicos es fallido».
Ya a Tarragona, se ha preguntado «si hay alguna maldición bíblica que condene al PP a un fracaso y a un lugar secundario. Ciutadans ganó y sus dirigentes marcharon a Madrid. No los critico. Pero yo me quedaré en mi tierra, para defender una Cataluña de primera».