La ministra de Hacienda del gobierno español, María Jesús Montero, no parece haber logrado convencer a los partidos catalanes con la promesa de un nuevo modelo de financiación que reiteró después del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) del lunes. La propuesta llegará a las mesas de los gobiernos territoriales del Estado a principios de 2026, según confirmaron varios consejeros de economía; y serviría para otorgar «más recursos para sanidad, educación, servicios sociales o dependencia» a las administraciones que son competentes. Una de las proponentes más efusivas de la postura de la ministra fue la consejera de Economía de la Generalitat, Alicia Romero, quien considera que lo que salga de las negociaciones será «un modelo bueno para todas las comunidades». «Lo que hemos escuchado suena bien, esperaremos cómo se concreta», declaró a la salida del Consejo, asegurando que el sistema de financiación propuesto por la Moncloa «garantiza la singularidad de Cataluña». En el Parlamento, sin embargo, se ha demostrado una confianza mucho más escasa en la palabra de la ministra.

El crítico más vehemente con Montero ha sido Antoni Castellà, vicepresidente de Junts per Catalunya. En primer lugar, por los plazos: Castellà ha recordado que el ejecutivo presidido por Pedro Sánchez se comprometió a presentar el nuevo modelo de financiación antes de acabar 2025. «Y, por ahora, cero. No hay nuevo modelo, y la ministra ya anuncia que será multilateral y bilateral a la vez», ha remachado. En declaraciones difundidas por la misma formación, ha criticado que, por lo que se sabe hasta ahora, la financiación futura será «exactamente lo que tenemos en este momento».

El vicepresidente de Junts, Antoni Castellà / ACN
El vicepresidente de Junts, Antoni Castellà / ACN

Los Comunes apuntan contra Junts y PP

En un sentido similar se han expresado los Comunes, que han exigido que cualquier sistema que salga del ministerio recoja la singularidad de Cataluña. Sin este reconocimiento, «será imposible aceptar» la propuesta, según aclaró el portavoz del partido, David Cid, en rueda de prensa. Para Cid, «no tendría ningún sentido» apoyar un modelo que no defienda las «competencias de Cataluña respecto de otros territorios». Aun así, ha reconocido a Montero su intención de comenzar a definir las «primeras bases» para el acuerdo, que considera «imprescindible». Así, insta a la ministra a acelerar la reforma para ponerla en marcha «cuanto antes, mejor». Sin embargo, lejos de dirigir sus reproches hacia Montero, Cid ha puesto en el centro de la diana a Junts y al PP, a quienes acusa de «poner palos en las ruedas» en el acuerdo.

ERC, a la espera

Por su parte, la portavoz parlamentaria de ERC, Ester Capella, ha celebrado los avances que comunicó Montero, si bien se mantiene a la espera de la propuesta definitiva. En declaraciones en rueda de prensa, Capella ha asegurado que los suyos «no dirán harina hasta que no esté en el saco y bien atada». «Esperamos que evolucione por donde debe evolucionar», declaró; hacia un sistema «positivo, justo y singular» que reconozca la especificidad de Cataluña. En referencia a las reticencias de Junts, Capella se ha mostrado «convencida» de que ninguna formación «de obediencia catalana» podrá oponerse a la reforma.

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