Muchas investigaciones de la policía patriótica sobre supuestas cuentas bancarias de políticos catalanes en Andorra se habrían parado «por el emérito», Juan Carlos de Borbón. Aunque que fue cuando ya habían conseguido información sobre la familia Pujol, la decisión molestó la policía patriótica, que consideraba que Cataluña era un desafío de primer orden. De hecho, el independentismo era una de las cuestiones en “cartera” para tapar, precisamente, los negocios del Borbón emérito. Todo esto lo explica, con total desparpajo, el comisario de inteligencia ahora jubilado, José Manuel Villarejo, en una larga comida con la presentadora de televisión Ana Rosa Quintana, su marido, Juan Leocadio, y la mujer del comisario, Gema Alcalá.

La grabación, a la cual ha tenido acceso El Món, ha sido aportada por la división de Asuntos Internos de la Policía Nacional a la causa Tándem, la que investiga los negocios privados del comisario. Y de hecho, también ha servido a Villarejo para acreditar que hizo “favores” al marido de Ana Rosa sin nada a cambio. Un negocio que fue juzgado en la pieza separada llamada Pintor en la Audiencia Nacional. La conversación ahora también será incorporará por la Fiscalía a la causa de la Operación Kitchen, para la que ya se han presentado los escritos de acusación.

Bárbara Rey y el rey

En la misma comida, Villarejo presuma de ser el responsable de las informaciones que han empezado a difundirse sobre la relación de la actriz Bárbara Rey y Juan Carlos de Borbón. Aprovechando esta situación, los cuatro comensales aprovechan para criticar la decisión de nombrar José Ignacio Zoido como ministro del Interior, y del director general de la Policía, Germán López Iglesias. Los denominan “Zampa 1” y “Zampa 2”. Unos nombramientos que relacionan con la “guerra” entre María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, y la entonces vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría. Los cuatro quieren incidir en el nombramiento del director adjunto operativo, el máximo mando uniformado del Cuerpo Nacional de Policía. Quintana informa que cenará el sábado con Cospedal y su marido, “el Pollas”.

Parte de la conversación entre Villarejo, Ana Rosa Quintana y sus parejas donde conversan del poder de Cospedal/Quico Sallés
Soraya Sáenz de Santamaria en una imagen de archivo

“Patadas en el culo entre Cospedal y Soraya”

Es jueves 26 de enero de 2017, en un restaurante céntrico de Madrid. Es el mismo día que ha empezado a salir a la prensa la relación de la actriz Bárbara Rey con Juan Carlos de Borbón con todo tipo de detalles. Una información de la que presume el comisario. Después de pedir al camarero “salpicón, anchoas y tomate con ventresca” como entrantes, regado con un Reserva Imperial, empiezan a conversar sobre los cambios en el ministerio de Interior y la jubilación del comisario. La mujer de Villarejo ha llegado tarde porque acaba de salir de la peluquería. Villarejo detalla la confesión que le ha hecho Cospedal sobre Soraya por la sucesión de Mariano Rajoy. También explica que para mantener el cargo ha perdido el control del CNI, que permanecerá en manos de Sáenz de Santamaría. Una situación que Villarejo describe como «patadas en el culo» entre las dos líderes del PP.

Parte de la conversación entre Villarejo y Ana Rosa Quintana donde detallan lo que ha perdido Cospedal/Quico Sallés

En este ambiente, los cuatro se muestran preocupados porque “se están cargando la policía”. Villarejo comenta que el nombramiento de Germán López Iglesias –que denominan «Zampa 2″–, es una apuesta de Cospedal. El comisario detalla que ha pedido a Cospedal que, como Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía, pongan José Luis Olivera, alias Oli, que entonces era director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). Olivera había sido el jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, la poderosa UDEF, que estaba al tanto de la Operación Cataluña, incluido el caso Xavier Trias, a pesar de que fue un fiasco. Villarejo insiste en las bondades de Olivera, como veterano.

Parte de la conversación entre Villarejo y Ana Rosa Quintana sobre los cambios de la policía y Cospedal/Quico Sallés
Villarejo y su abogado en una imagen de archivo/Isabel Infantes / Europa Press 08/11/2022

«El marrón catalán»

Villarejo recuerda que no harán nada cambiando los nombres de Interior para protegerse de las fechorías que han llevado a cabo como policía patriótica. Así, narra que el exsecretario de Estado de Interior, Francisco Martínez, alías «Chisco», está «cabreado como una mona» porque tiene miedo de que le enxufen toda la responsabilidad por lo que le ha «encargado lo Barbas», es decir, Mariano Rajoy. Por eso reclama que pongan a alguien que mande de verdad a dirigir la policía, pero Cospedal no quiere hacer una guerra y busca alguien ajeno.

Parte de la conversación entre Ana Rosa Quintana i Villarejo sobre el peligro que Paco Martínez envuelva la troca/Quico Sallés

«Siempre hay el emérito por todas partes!»

En esta línea, Villarejo insiste que hay que tomarse seriamente el nombramiento del DAO sobre todo por el «marrón catalán». Todavía faltan casi seis meses para que el presidente de la Generalitat Carles Puigdemont convoque el referéndum del 1-O del 2017. De aquí que el Procés catalán sea una variable clave para nombrar Olivera como director de la Policía, sobre todo porque es catalán. De hecho, su hija trabajaba entonces en una oficina de «la Caixa» en Barcelona. También alerta que Olivera estaba al tanto, cuando era responsable de la UDEF y cuando continuó la policía patriótica, de lo que pasaba en relación con las cuentas de Andorra. «La apuesta de Cataluña es muy seria. Y hay unas informaciones de puta madre en Andorra que se han parado casi todas por el emérito, es que siempre hay el emérito por todos los lados!», se exclama. Continuará.

Parte de la conversación entre Ana Rosa Quintana i Villarejo sobre la necesidad de afrontar el «marrón catalán»/Quico Sallés

Más noticias

Nuevo comentario

Comparte

Icona de pantalla completa