La exlíder del PPC y actual senadora de la formación Alícia Sánchez Camacho le hizo una lista negra de independentistas a quién investigar al comisario del Cuerpo Nacional de Policía ahora jubilado José Manuel Villarejo. Un listado que sirvió para iniciar pesquisas prospectivas de líderes soberanistas como el presidente Artur Mas, la familia Pujol Ferrusola, el ex consejero Jaume Giró, el expresidente del Barça Sandro Rosell y empresarios como la familia Sumarroca o Carles Vilarrubí. Pero Camacho no fue la única delatora. El exfinanciero Javier de la Rosa también dio una serie de nombres y apellidos, este golpe a cambio de dinero, sobre varias personalidades financieras y empresariales relacionadas con el Proceso. David Madí, Miquel Roca, el abogado Joaquim Piqué Vidal, Modesto Llopis, Sol Daurella, Philip Bollych, Artur Suqué, Jordi Domènech Mateu, Miquel Mateu o Miquel Roselló son algunos de los nombres que añade a la lista. También repasa supuesta información de los hermanos Pujol.
En concreto, fue la tarde del 10 de noviembre de 2012, justo al inicio de la campaña electoral de las elecciones en el Parlamento anticipadas por Artur Mas. El escenario estuvo en el domicilio de Javier de la Rosa en Barcelona, después de haber celebrado una encontrada por la mañana, con uno de los nombres con más peso del PP en Cataluña, Javier Basso, a la primera planta del bar José Luis de la calle Tusset esquina con Diagonal en Barcelona. Durante el encuentro de la mañana, ya explicada por El Mundo, Villarejo y De la Rosa quedaron para poner negro sobre blanco los datos que ofrecía el financiero para poder reclamar al ministerio fundes para poder pagar la información y capacidad para sacar de los problemas económicos que tenía De la Rosa a cambio de su colaboración con la Operación Cataluña. Curiosamente, ninguno de las acusaciones por las cuales cobró De la Rosa tuvieron ningún recorrido al caso contra los Colina Ferrusola, hasta el punto, que De la Rosa no ratificó su denuncia ante el juez.
Nombres y negocios
Después de que Villarejo felicite a De la Rosa por la “bonita casa que tiene” y que el financiero le sirva un café, empiezan a trabajar. De la Rosa relata diferentes episodios y conocimientos de la política catalana y española, incluso, le enseña fotografías. El exempresario bien pronto empieza a poner condiciones, como por ejemplo que un prestamista como Pedro Cuello no le ejecute la hipoteca de casa suya y los 250.000 euros que le ha reclamado por la mañana a cambio de los informes. Tanta prisa tiene De la Rosa para colaborar que aquel anochecer mismo ya lo quiere acompañar a Madrid a negociar con los jefes de Villarejo. El comisario, gato viejo, se lo saca de sobre para proteger su mascarada. Villarejo se ha presentado cómo Manuel Delgado, abogado de la dirección del PP y enllça con el departamento de Seguridad del Estado.
Uno de los primeros a salir es Miquel Roca, exjefe de CiU a Madrid, y posterior abogado de Cristina de Borbón, hija del Emérito, en el caso Noos. De la Rosa admite que fue a la prisión por culpa del loco del fiscal de Carlos Jiménez Villarejo, exjefe de la fiscalía anticorrupción en Cataluña, y por el presidente Pujol que lo tildaba «de empresario modelo». De la Rosa detalla que le pagaba a Roca los viajes e incluso le dejaba su avión que violaban gracias a los pilotos que le dejaba el rey emérito.
«Me interesa mucho la colaboración para cobrar»
De la Rosa continúa vendiéndose como una fuente fiable y asegura a Villarejo que le pagaba un millón de dólares en el año. «Me interesa mucho esta colaboración para cobrar», insiste De la Rosa para justificar su persistencia para querer delatar independentistas. Así profundiza en supuestas cuentas en el extranjero, pero empieza por el caso Gescartera, y envuelve La Caixa, donde los Colina y «toda convergencia» salieron beneficiada. También incluye cuentas al Bank of Scotland.
La conversación continúa con Jordi Pujol Ferrusola al que De La Rosa relaciona con Carles Vilarrubí, con Lluís Prenafeta, -exsecretario general de Presidencia- y con la familia Suqué de los Casinos e insiste que este pagaba un 30% de la comisión en Convergència. Un dinero que blanqueaban a través del Festival de Perelada donde también participaba el Banco de Santander y el HSBC. En este punto entra el abogado Joan Piqué Vidal, condenado por corrupción y sobornos. De la Rosa remarca que está en un momento clave porque está grande y arruinado y que «si no colabora se lo puede collar».
Posteriormente, De la Rosa detalla la relación de Jordi Pujol Ferrusola con Carles Vilarrubí y envuelve la truca a Sol Daurella, la propietaria de Coca Cola y a Manuel Prado de Colón de Carbajal, el jefe de la Casa Real Española en tiempo de Juan Carlos de Borbón.
Más datos de los Pujols
Continúa la reunión y ya, de golpe, entre con los hermanos Pujol y empieza a dar información sobre Pere, Josep y Oriol Pujol Ferrusola. Finalmente, también envuelve a Oleguer Pujol. En este contexto, pide que «se asuste» al abogado, Modesto Llopis porque es «muy débil» y tiene información sobre la familia.
De la Rosa, cuando Villarejo le recuerda que tiene que volver a Madrid, empieza a recordarle que le tiene que llevar 250.000 euros. Es más, le saca una libreta con las deudas que tiene y pide a los jefes del comisario que presione a sus acreedores para tranquilizarlos. Incluso, y ya puestos, De la Rosa, le comenta que si hay más dinero de 250.000 euros, mejor. «Todo es por mi familia», justifica.
Villarejo pide información sobre Miquel Rosselló, un empresario de la alimentación y la distribución. A partir de aquí, De la Rosa añade Artur Mas, su padre, David Madí y el constructor Felip Massot.
De la Rosa reclama celeridad en el negocio, y que liberen su mujer y pregunta a Villarejo sobre la posibilidad de cobrar. Villarejo le confiesa que no lo ve mal. De hecho, el primer plazo lo cobrará porque Villarejo avanzará el dinero. Incluso, De la Rosa pide que no saquen la información en campaña porque lo harán mártir. En este momento, Villarejo saca de la chistera la supuesta relación de la entonces consejera de Interior Felip Puig con el exjefe superior del CNP en Cataluña, Narciso Ortega, al que acusa de pasar informes policiales a los líderes de CDC. De la Rosa acompaña en coche a Villarejo hasta su hotel con una distendida conversación de sus aficiones particulares. Continuará.