La consejera de Educación, Cultura y Deporte del gobierno de Aragón, Tomasa Hernández, ha manifestado este viernes que sus técnicos “entrarán” al Museo Nacional de Arte de Cataluña, MNAC, si el museo no quiere ejecutar la sentencia del Tribunal Supremo. En una entrevista a TV3, la consejera ha dicho que confía en que el traslado se produzca “lo antes posible con total colaboración del museo”.
Este miércoles el Tribunal Supremo publicó la sentencia donde se confirmaba que las pinturas murales de Sijena, que actualmente se encuentran en el MNAC, deben volver al Monasterio de Santa María de Sijena, en Huesca.

Hernández también ha asegurado que han hablado con el Gabinete del presidente de la Generalitat, y que aún se está en un período de cumplimiento voluntario de la sentencia. “Veremos la voluntad de ejecutarla y la colaboración entre el MNAC y el gobierno de Aragón para ver cómo se ejecuta el desmontaje y el traslado”, ha añadido.
Las dificultades del traslado de las pinturas de Sijena
La consejera ha reconocido que es una operación «delicada en sí, como cuando se trasladaron a Barcelona» y se debe hacer con «unas condiciones determinadas, con los técnicos perfectamente alineados para que las pinturas no sufran ningún deterioro. Somos conscientes de que tanto el desmontaje, como el transporte como el volver a montar en Sijena exige unos requisitos altos y técnicos de seguridad», ha asegurado.

Preguntada por si asumirán el riesgo de posibles daños a las obras, considera que «no hay tal riesgo”. La consejera ha insistido en el hecho de que el desmontaje y el transporte lo debe llevar a cabo el MNAC y lo debe tener estudiado y organizado con sus técnicos. «No asumimos el traslado porque ha sido una decisión judicial y la sentencia dice que se condena al MNAC al reintegro al monasterio de Santa María de Sijena y eso implica que debe ser el MNAC», ha añadido la consejera.
Las pinturas se rescataron del monasterio de Santa María de Sijena después de que las milicias anarquistas incendiaran el templo durante la Guerra Civil. El jefe de Salvamento de Patrimonio Artístico de la Generalitat, Josep Gudiol Ricart, fue el encargado de liderar una operación complicada que requería la intervención de expertos.