Este es el caso de Mario González, uno de los concursantes de esta edición que está a punto de acabar. El chico ha acudido al pódcast de Beduck y ha reconocido que no lo está pasando demasiado bien desde que fuera expulsado. ¿Lo peor que lleva? El tema de la comida, puesto que ha pasado mucha hambre estos meses y su estómago no acaba de acostumbrarse a poder comer todo lo que quiera ahora que vuelve a estar en casa.
«A mí lo que me da miedo es no poder controlar cuándo parar de comer, cosa que a mí nunca me había pasado», dice. Y es que él siempre ha estado de comer más bien poco, pero ahora tiene una hambre incontrolable: «Cuando fui a la isla pesaba 86 kg y me costaba coger peso porque no soy de comer. Ahora como y me quedo con la sensación de que no me lleno, no sé cuando parar«. Durante su aventura en Honduras, el chico se adelgazó 11 kg y desde que ha salido ha engordado 17… así que ha acabado pesando más que antes de entrar.

Mario González deja claro quién quiere que gane Supervivientes
El chico entró a
Como acostumbra a pasar, el chico también ha hecho un pronóstico sobre la final. Quedan pocos días para que se decida el nombre del ganador o ganadora de esta edición y él tiene claro quién se merecería llevarse el premio: «Pedro García Aguado tiene que ser el ganador indiscutible del programa. Desde que te he conocido te he admirado, pero ahora te admiro más. Es increíble».