Risto Mejide ha concedido decenas y decenas de entrevistas desde que se estrenó como miembro del jurado de Operación Triunfo. Sorprendentemente, aún le quedan titulares por dar… y unos cuantos, si tenemos en cuenta todo lo que ha explicado ante el micrófono de Informalia. Por ejemplo, ha sacado a la luz por primera vez que ha rechazado una oferta de trabajo muy curiosa que habría mostrado otra de sus facetas: «Un productor me propuso hacer un programa con marionetas, hablando a los muñecos y con un ventrílocuo detrás«.
Esta no es la única oportunidad de trabajo a la que ha dicho que no, ya que deja caer que habría habido «muchas otras». Ahora mismo, tiene en mente ser él quien proponga un programa nuevo: «Tengo una idea para un programa de salud mental que creo que es más necesario que nunca». No le ha sido fácil conseguir estabilidad en la pequeña pantalla y, de hecho, reconoce que hasta hace «muy poco tiempo» no ha podido quitarse de encima la sensación de provisionalidad en el trabajo: «Nunca te puedes confiar. Cuando empecé en OT, lo hice totalmente convencido de que me echarían la semana siguiente».
Ha trabajado mucho como jurado de talent shows diversos, pero también tiene sus propios programas. Ahora, ha confesado por qué quiso dar el paso. Curiosamente, porque se sentía «harto«: «Llevaba siete años trabajando como jurado y me cansé. Solo quería continuar en televisión si tenía algo que aportar». No es de aquellos que llega a casa y repasa sus intervenciones televisivas, sin embargo: «Si veo que están emitiendo alguna imagen mía, cambio de canal. No puedo verme porque me doy cuenta de todos los errores y me acaban sudando las manos«.

Risto Mejide confiesa que algunos políticos le han ofrecido trabajo en sus partidos
De lo que está muy contento es del gran cambio que ha experimentado Todo es mentira, el magazine que presenta en Cuatro cada mediodía. Esta es una franja complicada porque tienen mucha competencia, pero se mantienen con buenas audiencias. Los inicios, sin embargo, no fueron sencillos: «Los primeros meses fueron un suplicio y un infierno, ya que había días que hacíamos menos de un 1% de share«. Hubo un momento de inflexión, dice, cuando se rebeló ante los guionistas porque consideraba que «no estaban encontrando» lo que quería el televidente.
Risto Mejide considera que parte de su éxito radica en que no se moja políticamente hablando. Reconoce que «muchos políticos» han intentado acercarse a él y le han ofrecido trabajo dentro del partido, pero él continúa manteniéndose «al margen». Tampoco recibe instrucciones de la cadena sobre qué debe decir o qué no: «En los 17 años que llevo trabajando en Mediaset, nunca nadie me ha dicho que diga una cosa o que no diga otra. Soy un privilegiado y sé que el día que eso pase, me iré«.
Y hablando de televisión, el presentador no ha evitado que le pregunten sobre la guerra por la audiencia que mantienen Pablo Motos y David Broncano. ¿Qué opina? Principalmente, se ha centrado en aplaudir la incorporación del segundo a la parrilla: «Una de las grandezas de David Broncano es que ha atraído a gente que no veía la televisión, ha aumentado la gente que ve la televisión y, por eso, Pablo Motos no se ha resentido tanto». Él no ve a ninguno de los dos, asegura, ya que es de aquellos que ni siquiera ve nada cuando llega a casa: «Me paso todo el día trabajando en televisión y llego a casa saturado, soy un mal consumidor y espero que nadie siga mi ejemplo».