Risto Mejide ha levantado la voz en la última emisión de Demos. Los televidentes de su programa de Telecinco se quedaron boquiabiertos cuando lo vieron enviar un mensaje muy directo a uno de los directivos, contra quien explotó en directo. El asunto es que aquí el público puede hacer preguntas sobre diferentes temas, una opción que hizo gracia al director: «Me dijo que no entiende por qué no nos preguntan si nos renovarán mañana. Pues también sería una buena pregunta«, lanzó con un enojo más que evidente.
Después del programa de la semana pasada, Risto habría estado reflexionando: «Un directivo de esta cadena me ha hecho pensar, ya que puso en duda la esencia misma de este formato». Según esta persona importante de Telecinco, de quien no ha dicho el nombre, se habrían inventado ellos la primera pregunta que, en teoría, había hecho alguien del público: «Según él, mentimos y a mí me han tocado la fibra con eso. Hay una cosa que no negocio y que queda absolutamente intacta, sea el contrato que sea, y es mi honestidad. Con eso no juego y tampoco permitiré que se juegue«.
Lo han acusado de ser un mentiroso y no le ha hecho ninguna gracia, claro. Prueba de ello, el discurso que ha pronunciado ahora lleno de rabia: «Después de la reunión con aquel directivo, la cadena decidió pautar una serie de preguntas y el orden de los temas. Así os lo digo, siempre siendo honesto con vosotros. Y tengo un mensaje para este directivo que es muy sencillo«, introducía antes de tomar el guion que habrían preparado para el programa y romperlo en mil pedazos.

Risto Mejide se rebela contra una decisión de la dirección de Demos
Risto ha reconocido que le debe muchas cosas a la cadena después de ser uno de sus trabajadores desde hace 18 años, ya que fueron sus descubridores y también la fuente de ingresos principal de su vida desde entonces. Ahora bien, esto no impide que diga lo que piensa y pueda manifestarse en contra de las decisiones que toman si realmente cree que no son las acertadas.
No se sabe qué le habrá parecido al directivo en cuestión -o a los jefes del presentador, también- el gesto de rebeldía que ha tenido. También es cierto que se lo puede permitir, después de tanto tiempo, pero nunca gusta que alguien por debajo te desafíe y mucho menos que te lleve la contraria delante de todos cuando tú le has dado unas instrucciones concretas.

Ahora, claro, la expectativa de cara al programa de la semana que viene será más alta. Podrían castigarlo de alguna manera o forzarlo, ahora sí, a que siga el guion que habrían establecido. Esta es una guerra de la que no se saben todos los detalles, pero que puede dar mucho de qué hablar a partir de ahora.