José Carlos Montoya se hizo famoso en La isla de las tentaciones, donde lloró más que nunca por culpa de las infidelidades de su novia. Allí lo vimos destrozado, hasta el punto de que se saltó las normas y comenzó a correr por la playa para poder entrar en la casa de las chicas. La escena de Sandra Barneda persiguiéndolo mientras gritaba su nombre se hizo más que viral, de hecho. Su fama llegó tan lejos que la cadena quiso explotar este fenómeno y lo convirtieron en concursante de Supervivientes. Su paso por allí fue muy intenso y, por su salud mental, decidió abandonar las redes sociales.
La expectación mediática que lo ha rodeado ha sido realmente fuerte y, por eso, creía que le iría bien desaparecer un tiempo. «Mi cabeza ha dicho basta», dijo hace ahora un mes. Todo este tiempo, el chico ha estado refugiado en casa de sus padres en Utrera. En el único video que ha compartido en su Instagram desde entonces, confesaba que deseaba «meterse en una cueva» porque lo había pasado muy mal.
Montoya prueba suerte como cantante tras La isla de las tentaciones y Supervivientes
El trato hacia él no fue bueno, lamenta, por lo que decidió romper toda relación con la cadena y la dirección del programa. Ahora que ha descansado y que lo ve todo con mejores ojos, ha decidido que un cambio vital le sentaría bien. ¿La sorpresa? Saber que ha debutado como cantante en un concierto en Chipiona: «Mi padre me ha metido el bichito y estas ganas de cantar. Si estoy triste, canto y así saco la alegría fuera». Él, que nunca había cantado, podría haber encontrado una alternativa a la labor de tertuliano de televisión que le habían ofrecido.
Ahora vuelve a sincerarse con sus seguidores de Instagram: «Han sido meses duros. Siempre estás expuesto y eso, a nivel mental, pesa«. Sin embargo, de todo intenta sacar un aprendizaje: «Tienes que saber parar, priorizar el corazón y volver después con más fuerza». Gracias a esta pausa, parece que ha recargado pilas.
Durante el concurso en Supervivientes, el chico se habría emocionado pensando que la reconciliación con Anita era posible. Sin embargo, las cosas se torcieron y nada más lejos de la realidad… Reponerse de aquello no ha sido fácil, según dice. ¿Qué le ayudará? Realmente, cambiar por completo su vida: «Ahora mismo, mi corazón lo que quiere es el amor de la gente, de la música, de los proyectos y todas las cosas que vienen. Ahora mismo quiero recibir cariño y compartirlo en el escenario».
