Lolita Flores ha sido la protagonista del programa de Jordi Évole, a quien ha regalado un montón de titulares sobre el peor momento de su vida. La cantante ha reconocido, más de una vez, que la muerte repentina de su hermano la destrozó completamente. Era 1995 cuando Antonio Flores perdía la vida debido a una sobredosis, solo quince días después de la muerte de su madre. Como parece lógico, estas dos noticias trágicas en tan poco tiempo de diferencia generaron una angustia inmensa en la artista que era madre de dos niños pequeños en aquel momento. ¿Qué ha añadido sobre ese momento tan, tan duro? Han pasado casi 30 años y todavía recuerda, perfectamente, la sensación de depresión máxima que experimentó.
A la flamenca siempre le ha quedado la pena de pensar que podría haber hecho más por su hermano, un sentimiento de culpa que no es capaz de soltar todavía: «Cuando mi hermano murió, yo iba prácticamente cada día al cementerio y eso lo sabe muy poca gente. Me dedicaba a hablar con él con mucha tristeza, ya que quizá no hice lo suficiente y vives un dolor muy grande. Había dejado las drogas tres o cuatro años antes, por lo que no nos lo esperábamos. Yo no sabía que se quería tanto a un hermano, pero se le quiere tanto como a uno mismo».

La hija de Lolita Flores la salvó en su peor momento
El primer año y medio después de la muerte de la madre y el hermano, Lolita Flores estuvo inmersa en una espiral de autodestrucción: «Ponía los discos de Moncho, me bebía la botella de Whisky, cogía una caja de pañuelos y me ponía a escribir mientras lloraba. Así estaba hasta la madrugada… A las 7:30 me lavaba la cara para que mis hijos me vieran bien cuando iban al colegio y, entonces, me iba a la cama».
Alcohol, drogas y también mucha violencia. No se veía con fuerzas de seguir trabajando y siempre enloquecía cuando terminaba un concierto: «Hay un montón de camerinos con patadas y puñetazos míos en la pared. Rompía los cristales y tiraba sillas… Fue un año de locura absoluta en el que bebía, tomaba cocaína y me iba a dormir muy tarde«, ha reconocido en La Sexta.
Lolita Flores estaba fuera de sí, pero hay que recordar que tenía dos criaturas pequeñas a las que criar. Precisamente fue la hija mayor, quien ahora se ha convertido en una muy buena actriz, quien la salvó: «Elena solo tenía ocho años, pero un día llamó a mi hermana y le dijo que no me veía bien. Fue entonces cuando mi hermana me hizo ver que tenía que parar porque mis hijos me necesitaban».

Lolita Flores, por otro lado, también ha hablado de otros temas un poco más alegres en esta entrevista con Jordi Évole. Por ejemplo, ha reconocido que ahora mismo no tiene pareja y que lo echa un poco de menos porque es una mujer muy pasional: «He tenido amantes, como todos, y también muy buen sexo como se suele decir».
Ahora bien, también ha tenido malas experiencias en el terreno amoroso porque no puede decir que la han maltratado físicamente, pero sí psicológicamente: «He vivido humillaciones como mujer«. ¿Por ejemplo? La llamada que recibió de Paquirri, el torero, con quien salía cuando este comenzó una aventura con Isabel Pantoja. Sobre este tema, ha sacado a la luz detalles hasta ahora desconocidos: «Cuando Isabel lo conoció en el hotel, yo lo estaba esperando en la habitación de arriba. Paquirri me dejó por teléfono. Me dijo que quería que supiera que estaba saliendo con Isabel Pantoja y yo le dije que, entonces, tendría que casarse con ella».
Una entrevista completa que muestra una cara más personal de la cantante, que vuelve a hablar sin tapujos de lo que fue el peor momento de su vida. Han pasado muchos años, pero todavía recuerda perfectamente cómo se sintió y reconoce que uno nunca se recupera del todo de algo así.