Laura Escanes ha acudido a un pódcast de uno de los nuevos amigos que ha hecho en Madrid, Alberto Oliveras, que se ha interesado sobre su vida privada. Íntimo de Álvaro de Luna –el novio de la
«Mi amiga Ari se estaba trasladando a Madrid cuando os conocimos ¡y surgió el amor! Parece todo salido de un guion de película. De repente fuimos todos juntos a Tenerife sin que nos conociéramos mucho entre nosotros y en el avión cogimos asientos separados para que no nos hicieran fotografías… pero todo salió a la luz», han explicado.
«Cuando se supo todo, me dio rabia porque no eres tú quien lo dice por primera vez y unas fotos te están obligando a explicarlo cuándo quizás a ti no te apetecía que se supiera. Con la distancia me he dado cuenta de que tengo que agradecer aquel momento porque nos quitó la presión de pensar que lo teníamos que hacer público. Eso sí, en aquel momento yo tenía miedo porque me perseguían. Recuerdo un día en el que mi amiga Ari me decía que frenara el coche porque podíamos tener un accidente. Tengo videos que lo demuestran… Yo tenía novios todas las semanas», ha dicho irónicamente Laura Escanes.
Laura Escanes explica cómo vivió la publicación de las fotos con Álvaro de Luna
«El día de la vuelta del viaje, cuando salieron mis fotos con Álvaro, tenía que ir sí o sí al acto de Dulceida. No me pude quedar porque estaba fatal… Tuvimos que salir por la puerta de atrás. Lo primero que hacía al entrar al coche era mirar hacia atrás a ver si nos perseguían. Es una movida porque es su trabajo, pero también es un rollo porque te condiciona. Lo que más miedo me hace es la privacidad, que salga publicada la puerta de casa o la matrícula del coche. Entiendo que necesiten información, pero no hacía falta que se cruzara este límite», ha proseguido.
Dice que intenta normalizarlo todo porque sabe que es un personaje público y entiende que quieran hablar de su vida privada, pero también hay una parte de su vida que quiere proteger: «Enseño cosas, pero guardo muchas más para mí y no tener que dar explicaciones por todo. En el caso de Álvaro, me forzaron a tener la conversación con él sobre qué éramos porque se estaba hablando de nosotros en la prensa».
Dice que ahora está en un muy buen momento, aunque han sido unos meses complicados con la separación, el traslado, la compra de una casa y el cambio de escuela de su hija: «He tenido mis bajadas, pero ahora estoy llegando a tener una estabilidad. Mi trabajo me ha ayudado a estar mejor porque veo que hay proyectos nuevos y no me veo estancada. Creo que ahora no soy mi mejor versión, pero quiero llegar a mejorar. Me gustaría hacer más televisión y probar cosas nuevas, el mundo del pódcast… No me veo toda mi vida en Instagram y explicando mi día a día a través de los

La influencer reconoce que el trabajo de modelo afectó a la manera cómo se veía
Le ha preguntado sobre la nutrición y la dieta que sigue, un tema del que ha dado detalles: «Yo me he dado cuenta de que necesito un orden. Mi vida no tiene, yo voy fluyendo dependiendo del trabajo que tenga cada momento y hay veces que me salto comidas o que tengo que comer de catering. Para mí comer es uno de los máximos placeres de la vida y me encanta ir de restaurante. Además, que siempre estaría comiendo; pero no tengo constancia».
«No digo que no sea sana, pero con 16 años estaba en una agencia de modelos y aquello me marcó. Yo no sufrí porque salí bien de allí, pero mis compañeras estaban más delgadas y yo recuerdo que me decían que tenía que reducir volumen de las caderas. Me modificaban mis medidas para pasarlas al cliente y aquello te hace reflexionar porque tienes 16 años y te están diciendo que tu cuerpo está por encima de las medidas estándares. Me decían que tenía los labios finos… Allí me introdujeron en la cabeza las ganas de inyectarme Botox y hacerme retoques en la cara», ha proseguido en una entrevista muy sincera.