La hija de Isabel Preysler, Tamara Falcó, nunca ha hablado tanto de su vida privada como ahora que se ha casado. Su matrimonio con Íñigo Onieva después de su perdón por las infidelidades del empresario le ha probado, según ha explicado en una entrevista a Yo Mujer que se publicará este fin de semana, pero de la cual ya han salido los primeros adelantos. En uno de ellos, la marquesa de Griñón asegura que «al final para o por B mi vida nunca es normal», pero admite que el matrimonio «ha sido una muy buena decisión». «Hay veces que dudo que ni siquiera me reconozca. Sé que ahora soy muy feliz con mi vida y con el matrimonio«, explica Falcó.
En lo entrevista, pero, también habla de la mentira y el perdón que tuvo que dar a su marido cuando se supo que le había estado infiel a un festival. «La mentira me horroriza, pero creo que tenemos que intentar perdonarlo todo«, apunta. Falcó defiende que «el más bueno de perdonar es que tú también dejas una carga» e insiste que «perdonar es un don» concedido por Dios. «No lo habría podido perdonar por mí sola», añade. La marquesa explica que le hizo tanto de mal que «necesitas mucho de tiempo para sanar estas heridas».
Los suyos (complicados) deseos para el futuro
Sobre sus deseos para el futuro, Falcó insiste que le encantaría ser madre algún día. «Estamos deseando ser padres. Estoy siguiendo el programa de fertilidad, pero igual no puede ser«, explica la marquesa, que hace tiempo que quiere ser madre y no lo consigue. Ahora, pero, asume que quizás no podrá serlo «con mucha paz».
El último adelanto que se ha filtrado es el de los grandes miedos de la marquesa de Griñón, entre las cuales ya no está la de no conseguir ser madre. «Tengo muchos miedos como que mi matrimonio no funcione o por ejemplo el día que mi madre no esté, porque al final siempre ha sido un apoyo gigante para mí», concluye Falcó.
