Pablo Motos habla pocas veces de su vida privada, pero siempre que lo hace acaba sacando a la luz detalles jugosos. El presentador de
Antes de casarse con su mujer actual, la guionista Laura Llopis, el valenciano tuvo una relación anterior que no acabó bien. Ahora se ha sincerado al respeto en un alegato que ha sorprendido a muchos, ya que nunca le ha gustado hablar sobre aquella etapa de su vida: «Haremos un poco de terapia. Habrá millones de personas que estén en esta situación de dejar a alguien sin saber qué pasará. También habrá otras personas que ya han hecho este paso y están igual, pensando qué pasará a partir de ahora».
En su caso, dice que su estado anímico fue cambiando a medida que pasaban los días desde que decidiera que el mejor era romper con su pareja: «Cuando me separé lo primero que sentí, por orden, fue una liberación… Así, sin mentiras. Sentí que me sacaba un peso de sobre, un sentimiento que se mezcló con bastante culpabilidad y un poco de sensación de fracaso. La pena adelgaza y lo hace mal, de la cara. Se te queda una mala cara…».

Pablo Motos reconoce que lo pasó mal cuando rompieron
Teniendo en cuenta el que acababa de decir, Dulceida sospechó (con acierto) que fue él quien tomó la decisión de poner fin a una relación de la que no ha querido dar más detalles. De hecho, por respeto hacia aquella persona ni siquiera ha dicho su nombre o de qué época de su vida se refería.
En esta misma conversación, Pablo Motos ha sacado a la luz un secreto divertido sobre su matrimonio actual. Dice que tienen una regla que ninguno de los dos no puede incumplir, una línea roja que ha hecho gracia: «Está terminantemente prohibido repetir lo que ha dicho la otra persona con voz de idiota. Al menos, cuando estamos discutiendo. En el día a día lo hacemos bastante».