Carlos Cuevas ha visitado l’Eclipsi de Roger Escapa, un programa de 3Cat que ha indagado en su vida más personal. El actor de Merlí ha confesado, entre otras cosas, cuál ha sido la mejor noche de su vida y cómo le ha marcado el hecho de ser prematuro. Dice que nunca olvidará una tarde de hace tres años en una playa perdida de la mano de Dios en México: «Era un lugar de esos muy escondidos y estaba con dos de mis mejores amigos, en un viaje precioso y una noche llena de estrellas con conversaciones estupendas después de todo el día haciendo surf. Aquel fue un año muy difícil, pero también muy bonito«.
El intérprete ha reconocido que le duran más los amigos que las parejas, normalmente: «Tengo un grupo de amigos que provienen todos del Instituto al que íbamos en Montcada i Reixac, así que son amigos antiguos». Nunca ha sido envidioso y cree que es porque se siente privilegiado: «Quizás no me han dado todos los papeles que quería, pero he sido consciente de que he llegado a tener trabajos guapísimos«.
El presentador le ha mostrado el muñeco que le regalaron cuando estaba en Ventdelplà, que representa que era él con ocho o nueve años. ¿Qué recuerda de aquella etapa? Básicamente, pasárselo genial y ser el consentido: «Todos me cuidaban mucho y tengo muy buenos recuerdos». Era muy pequeño cuando comenzó a actuar y cree que eso ha marcado su vida. También le hace gracia pensar que ha sido prematuro en todo, teniendo en cuenta que nació dos meses antes de lo previsto: «Fui sietemesino, todo lo he hecho un poco antes de lo que me tocaba«.
En su carrera, ha hecho diversas cosas. Y, a lo largo de estos años, ha tenido que aceptar propuestas que ahora no volvería a hacer: «He aceptado papeles porque, en aquel momento, tenía miedo de no tener nada. Hay cosas en mi currículum que acepté porque veía que en esos meses no tenía otra cosa y me daba pánico imaginarme en casa sin nada que hacer. Ahora, en cambio, prefiero quedarme en casa desde el privilegio absoluto de poder hacerlo. No quiero ser conservador en este sentido».
¿Qué ha contado Carlos Cuevas de su vida privada?
Siempre se ha parecido más a la gente de más edad, ya que su trabajo le permitió independizarse y tenía dinero propio mucho antes que sus compañeros: «Siempre he sido el más joven de los repartos, siempre he sido el jovencito. Tengo amigos mucho más grandes que yo y también me ha pasado con las parejas, que me he fijado en personas seis, siete u ocho años mayores«.
No ha dado muchos detalles de sus relaciones y, de hecho, quiere poder tener una pequeña parcela de intimidad: «Hay gente que tenemos una profesión pública, pero defendemos profundamente tener una vida personal privada. Que a mí me guste interpretar personajes no le da derecho a nadie a querer indagar en mi vida privada si yo no he dado mi consentimiento. Y si yo he dicho, además, que no quiero que se sepa… eso ya me parece violencia».
Carlos Cuevas dice que siempre le han gustado los niños y que se ha imaginado a sí mismo como un padre de familia con muchos hijos, pero con los años se ha dado cuenta de que ahora prefiere ser tío o padrino: «Veo a mi alrededor lo que supone y lo difícil que es la conciliación. Ahora mismo no tengo pareja, así que me es más difícil proyectar y lo veo muy lejano. No tengo la necesidad de tener un hijo biológico, de momento«.
En la ronda de preguntas incómodas, le han preguntado si ha llegado a pensar mucho en la muerte y ha reconocido que sí lo hizo durante una época concreta de su vida: «Hubo un momento en que fui muy hipocondríaco con eso, pero ahora lo he dejado atrás. ¿Si pudiera elegir cómo morir? Siendo muy mayor y en la cama».
