Karlos Arguiñano es padre de familia numerosa, concretamente de siete hijos. La gran mayoría también se dedican al mundo de la cocina, una idea que les debe de haber parecido buena con un ejemplo tan fructífero en casa. El chef es, seguramente, uno de los mejor pagados y con más repercusión mediática de los últimos años y es por eso que han querido seguir su camino. La estrella de la segunda generación es Joseba Arguiñano, que cocina en un programa de televisión y es el más reconocido de todos ellos.
No todos cocinan en si, por eso, sino que han optado por ocupar varios cargos dentro de la empresa familiar. La revista

Amaia Arguiñano ahora trabaja en la bodega familiar
La más pequeña de los Arguiñano es Amaia, que estudió Ingeniería Tecnicomecànica e Industrial. No quería tener nada que ver con la gastronomía, así que se interesó por las motos. Hay que recordar que Karlos tiene una escudería de motos, ARG Racing, en la que ha estado trabajando su hija estos últimos años. Ella misma reconoció a la revista que cada domingo acompañaba el padre a ver las carreras de motos y que quiso probar suerte en este mundo. Últimamente, sin embargo, se habría cansado.
Amaia Arguiñano ha dejado la escudería por otro negocio gastronómico del padre, la bodega que tiene en unos terrenos con vistas en Mar Cantábrico. La única de sus hijos con estudios universitarios estará al frente de el bodega K5 Txakolina, que produce 80.000 botellas anuales que después distribuyen especialmente en el mercado internacional.