Jorge Javier Vázquez compagina el trabajo en televisión con otros espectáculos que sacan a colación su vena más artística y desinhibida. El antiguo presentador de Sálvame ha sido escogido para ponerse al frente de Locobongo XXL, un show alocado que ha juntado a personajes del corazón encima de un escenario tan prestigioso como es el WiZink Center de Madrid. ¿Y qué tenía que hacer más allá de dar paso a las diferentes actuaciones? Pues protagonizar una propia, un medley dePavo realy La revolución sexual.
El de Badalona lo ha dado todo y ha acabado agotado, tal como demuestran los videos que se han publicado a través de las redes sociales. Él mismo habla de esta experiencia nueva en una columna en Lecturas: «Me he pasado toda la semana ensayando mi número musical y he llegado a casa totalmente baldado». Ha tenido el típico pánico escénico antes de actuar, ya que reconoce que le ha pasado por la cabeza el miedo de quedarse en blanco en medio de la actuación.
«Son las 10 por la mañana y todavía estoy recomponiéndome en la cama. De los 10.000 pasos que me obligo a dar cada día, hoy no creo que llegue a los 500. Cómo disfruté ayer al reencontrarme con Mónica Naranjo y dos currantes del espectáculo como Merche y Melody. Pasan los años y ahí siguen. Pasé un rato muy emocionante con Nebulossa en el camerino, encantadores», ha explicado.
Jorge Javier ofrece todo un show en un espectáculo inédito | Instagram
Jorge Javier se reencuentra con Lydia Lozano y Chelo García Cortés
Una de las imágenes más esperadas de este baile, sin embargo, era el reencuentro con Lydia Lozano y Chelo García Cortés, sus compañeras de Sálvame. Jorge lo describe como «el gran colofón», un momento «feliz» en el que ha vuelto a ver a su «familia«. Asegura que estuvieron charlando muchísimo y que compartieron historias: «Lo que hablamos se queda entre nosotros, pero os podéis imaginar por dónde fueron los tiros», suelta.
Ha llamado especialmente la atención la fotografía del presentador disfrazado y lleno de plumas. Él mismo reconoce que «se tiene que tener poca vergüenza» para salir a escena así vestido. Ahora bien, le encanta poderlo hacer: «Me colocaron plumas y boas y después me quedé en body. El escenario, detrás del maquillaje y un vestuario exagerado, se convierte en aquel lugar mágico en el que no existen los prejuicios. La vida es mucho más entretenida encima de una tarima», dice.