La todavía mujer de Dani Alves, Joana Sanz, ha roto su silencio y ha concedido una entrevista en exclusiva a Vanitatis donde insiste en la inocencia de su marido. «Hasta donde sé, todavía no ha habido un juicio. No podemos condenarlo antes de que pase», asegura en una entrevista bomba donde habla sobre las posibilidades de reconciliación con el futbolista, que continúa encarcelado acusado de una violación a la discoteca Sutton de Barcelona. Sanz asegura que al principio «no daba crédito» a nada de lo que leía en la prensa y se quedó «en shock». «Todo me parecía gravísimo, él entró en prisión sin pruebas y no olvidemos que fue a declarar voluntariamente. Creo en su inocencia y espero no equivocarme», dice en esta entrevista.
¿Posible reconciliación?
La modelo insiste en que el futbolista «no es una mala persona» a pesar de «haber metido la pata hasta el fondo en el matrimonio». «Creo que él nunca habría hecho esto siendo consciente de que podría perderlo todo. Es demasiado grave», reitera. Así, explica que ha pedido el divorcio por la infidelidad del futbolista, pero recalca que continúa creyendo en su inocencia. «Tenemos una conversación pendiente porque ha roto unos valores que considero que son los que mantienen un matrimonio: el respeto y la confianza», responde al ser preguntada sobre los papeles del divorcio, que algunos medios han dicho que ya están firmados. A pesar de que su intención es continuar con los trámites, «de momento solo es de palabra».
A pesar de esta voluntad de romper vínculos con el futbolista, la modelo dice que seguirá estando allí para él porque «Dani es mi familia». En este sentido, continúa yendo a verlo a prisión porque «él estuvo siempre que lo necesité». «Es cierto que cuando yo más lo necesitaba él me hizo esto, pero antes también hemos compartido nuestra vida y él ha estado conmigo en momentos muy duros. Vino al funeral de mi madre, cogió un vuelo desde México el mismo día que murió y se plantó en Tenerife», explica la modelo. Sanz se pregunta «cómo no tengo que estar con él, como no tengo que ir a verlo» aunque le ha hecho «mucho daño».
A pesar de estar preocupada por él, la modelo cierra la puerta a una reconciliación. «Me duele el corazón porque lo amo y lo amaré siempre, ha sido una etapa muy importante en mi vida. Por eso seguiré estando allí, por respeto, pero no como pareja», concluye.

El cambio de versiones de Alves: «Lo ha hecho para no darme otro palo»
Preguntada por la multitud de versiones que ha dado Alves a lo que pasó aquella noche en la discoteca, Sanz asegura que lo hizo por ella. «Lo hizo por mí, para no darme otro palo. Cuando entró en la prisión hacía una semana que mi madre había muerto y supongo que no quería hacerme sufrir más», explica. «Creo que no quería explicarlo para evitar provocarme más dolor en el peor momento de mi vida, pero lo más terrible no es esto, sino lo que oigo constantemente en la prensa», añade. Sanz define la persecución de los medios de comunicación como «inaguantable».
¿Cómo son las visitas a la prisión?
La modelo explica en esta entrevista cómo son las visitas que le hace en la prisión. En total, dice, ha ido cuatro veces. «Lo veo a través de un cristal y hablamos a través de un teléfono. No estamos solos, son cabinas transparentes en que hay más personas que si hablas un poco alto te escuchan. Por eso me resulta tan violento y no hemos podido hablar las cosas serias que nos afectan. Todavía no he podido ni insultarlo», explica Sanz. La modelo y el futbolista hablan «cada día» por teléfono porque «es la única manera de saber que está vivo». «Yo no puedo llamarle ni enviarle un mensaje y necesito saber cómo está, si ha comido, si duerme, si hace ejercicio», explica. «Me preocupa que esté en un lugar donde puede pasarle algo. No puedo evitar preocuparme por él, pero esto no significa que no me haga daño lo que me ha hecho», añade. Asegura que si Alves estuviera en casa «lo tendría bloqueado».
Sanz explica que el primer mes que Alves estuvo en la prisión «solo hacía que llorar». «No tiene a nadie con quien hablar. Está solo con sus pensamientos. Ahora, con el paso del tiempo está siendo más fuerte, haciendo ejercicio y leyendo mucho para tener el jefe ocupado», explica.