Cayetana Guillén Cuervo sorprendió a todos en el año 2024 al hablar por primera vez de la violación que sufrió cuando tenía seis años. Una agresión sexual que reveló en el documental sobre el proceso de creación de la obra Pandataria. Esta semana, en su nuevo pódcast No te lo Cayes, se ha abierto completamente sobre este episodio personal tan doloroso en la segunda entrega de entrevistas, esta vez con la física y divulgadora Alba Moreno. Un espacio en el que se habla abiertamente de la sexualidad y que ha permitido conocer algunos detalles de esta situación tan dura que sufrió de pequeña.
Una infancia marcada por los abusos
La conversación se dirigió hacia la infancia de la entrevistada. Moreno explicó que tuvo una infancia complicada, marcada por una relación complicada por los abusos. En esta línea, la actriz recuperó su propia experiencia. Sin «querer convertirse en un MeToo«, Cayetana Guillén Cuervo confesó cómo fue revelar públicamente la agresión que había sufrido a los seis años. «Estaba haciendo Pandataria y realizamos un documental del proceso creativo [de la obra de teatro]. Nunca lo había hablado en la vida, ni siquiera con mi pareja lo había comentado. Y de repente, después de todo este tiempo, expliqué que a los seis años había sufrido una violación».

Aunque admite que lo explicó de manera más «suave» de lo que realmente fue, confiesa que la agresión «fue como la manada, ocho hombres», apunta haciendo referencia al mediático caso. «Y no lo he especificado, pero, quiero decir, se quitaron un cinturón que tenían y me golpearon», revela.
¿Cómo se aprende a convivir con un episodio así?
Según su psicóloga y hablando de la convivencia con un abuso, la hija de Gemma Cuervo ha explicado cómo abordó la situación años más tarde. «La psicóloga me dijo que yo lo había disociado y apartado para poder vivir. Las cosas que son muy dolorosas, tu mente las aparta. Yo siempre he tenido un carácter muy alegre, una actitud y una energía muy plena de todo». Sin embargo, en el momento en que lo explicó, se dio cuenta de que eso «se había colocado en algún lugar de su cuerpo» y desde entonces, hilando cabos, todo en su vida ha estado marcado por este episodio. De hecho, insiste en que también ha afectado sus relaciones sexuales, de pareja, laborales, los bloqueos emocionales…

La entrevistada explica que ahora ya tiene el control para saber por qué le pasan ciertas cosas, y entiende que algunas actuaciones o cosas que le han pasado venían estrechamente ligadas a las situaciones de abuso vividas. Ambas confiesan que han pasado por episodios de estar «muy enfadadas con la vida» pero con el tiempo han decidido no callar ni ocultar una realidad que han vivido y que, lamentablemente, forma parte de su vida. En este sentido, la actriz explica que tenía muchas inseguridades por su físico. «Odiaba mi cuerpo, sentía que no podía gustar a nadie. Y me dediqué a estudiar y a trabajar. A sentirme ocupada y útil en aquello que yo sé que soy buena porque en otras cosas no lo soy», confiesa en esta entrevista tan profunda y personal.


