Ana Obregón está de enhorabuena, ya que hoy mismo ha salido a la venta el libro que empezó a escribir su hijo. Uno de los deseos que hizo Álex Lequio antes de morir consistía en que la madre continuara su historia, la que había dejado en un borrador al que ella ha acabado de dar forma. El resultado se llama

Varios medios han podido leer el texto antes de su publicación y han compartido algunos de los fragmentos más duros. Gracias a
Rápidamente se trasladaron hasta Nueva York porque les aseguraron que allí encontrarían los mejores médicos. Parecía que habían eliminado todo el cáncer de su cuerpo, pero meses después apareció otro tumor y, en este caso, venía acompañado de metástasis. El 11 de mayo del 2020 los comunicaron que era incurable. No había nada que hacer y tenían que empezar con la sedación, una noticia que provocó el desmayo de Ana Obregón: «Me desplomé como una muñeca de porcelana frágil. El doctor me acababa de arrancar con sus manos mi corazón», relata.

Ana Obregón confiesa que intentó suicidarse después de la muerte de su hijo
Es en este momento cuando Ana Obregón confiesa que, con la muerte del hijo, dejó de encontrar alicientes para continuar viviendo. De hecho, uno de los capítulos más duros la hace protagonista al reconocer que intentó suicidarse: «Salí al balcón, me acerqué a la barandilla y me apoyé hacia delante aprovechando que no era muy elevada. Estaba en el séptimo piso y mi decisión era firme. Saltar hacia el abismo era mi única opción. En aquel momento, Alessandro Lequio picó a la puerta y me suplicó que la abriera. Me dijo que tenía una cosa importante a hacer, cumplir la última voluntad de nuestro hijo».
«Tu hijo nunca supo que, en aquel momento, tu última voluntad me había salvado la vida. Se enterará cuando lea estas páginas. Juro que en aquel instante, mi acto lo veía como una salvación. Quiero dejar claro que el suicidio nunca es una opción, ni en la peor de las tragedias que puedas vivir. Es una cobardía», escribe en un texto sobrecogedor.

Así pidió Álex Lequio que organizaran una gestación subrogada que lo convirtiera en padre cuando muriera
La última voluntad de su hijo era ser padre, aunque esto pasara un golpe muerto. En este libro, tal como ha podido comprobar
En cuanto a las confesiones que dejó por escrito Álex Lequio, destaca la sinceridad con la que explica que supo que moriría: «El cuerpo es sabio y te prepara para todo, incluso para la muerte. Tienes sensaciones que te dejan inmóvil y, si quieres, te echan del cuerpo. Sales del cuerpo literalmente y dejas de ver, percibes sin saber muy bien como ni por qué, pero percibes algo superior. Tengo cáncer, pero lo peor de todo es que tengo miedo«. Un libro que ya se encuentra en la segunda edición porque ha tenido mucho de éxito en la preventa, lo que podría verse reflejado en un San Jorge con muchísimos ejemplares vendidos.