Felipe de Borbón va la suya, sobre todo desde que sus hermanas empezaran a llamar la atención con unos escándalos que perjudicaron -y mucho- en la corona. A Cristina de Borbón le hizo la cruz por culpa de su marido, Iñaki Urdangarin, que acabó siendo condenado a prisión por corrupción. Su encarcelamiento hizo mucho daño a la imagen de la familia real y, por este motivo, la infanta fue apartada de todos los actos oficiales. No le han invitado a ningún evento importante y también ha estado vetada muchos años en las reuniones familiares. De hecho, ni siquiera el divorcio con el ex duque de Palma acabó de acercarla.
Este era el papel que tenía que interpretar como rey si realmente quería demostrar que él no es así, claro. Pero ¿como hermano ha sido tan fácil tomar esta decisión y mantenerla tanto tiempo? Pilar Eyre recuerda en su columna de
Su unión era tan fuerte, que incluso se referían a ellos con un mote conjunto: «La reina Sofía los llamaba


¿Por qué tienen tan mala relación Felipe de Borbón y su hermana Cristina?
¿Y cómo es que han dejado tanto amor atrás? El culpable tiene nombre propio: «Las sospechas de corrupción y la condena de Urdangarin rompieron esta unión y nunca se ha recompuesto». A Cristina no le han invitado a los actos de celebración de los primeros 10 años de reinado de Felipe, claro, un acontecimiento importantísimo para él en el que demostró que considera que su familia solo está formada por Letizia, Leonor y Sofía. Nadie más.
Si las cosas cambiarán en un futuro próximo, queda como misterio. Es cierto que hace unos días, Felipe coincidió con su hermana en un acto de La Caixa. Sin embargo, dicen que no se saludaron y que continúa reinando una frialdad increíble entre ellos. El tiempo dirá si se acaban perdonando o si continúan con sus respectivas vidas.