La familia real noruega está inmersa en un escándalo mayúsculo que puede hacer mucho daño a su imagen. El hijo mayor de la princesa Mette-Marit, que está llamada a ser la futura reina consorte del país, acaba de ser detenido por haber atacado una mujer físicamente y psicológicamente. Él nunca ocupará la corona, ya que es hijo de su anterior matrimonio. Sin embargo, eso no quita que sea el primogénito de la mujer del príncipe heredero y que tenga que dar buena imagen. Lejos de hacerlo, el joven encadena un problema tras otro porque esta detención llega pocos meses después de que lo pillaran conduciendo de manera temeraria mientras excedía el límite de velocidad.
Pero ¿qué es lo que ha hecho ahora exactamente el hijo díscolo de Mette-Marit? La prensa nórdica y, más concretamente el medio

¿Qué ha pasado con el hijo de Mette-Marit? Los hechos por los que lo han detenido
El chico habría tenido un encuentro con una chica de quien no se ha filtrado la identidad, simplemente se sabe que tiene 20 años. Se encontraban juntos en un apartamento del centro de Oslo cuando Marius le habría atacado «físicamente y psicológicamente«. La chica habría acudido al hospital con una conmoción cerebral, asegura, debida a un golpe que habría recibido del hijo de Mette-Marit. La joven habría puesto en conocimiento de las autoridades lo que pasó y los agentes no tardaron en llegar a la casa, pero en aquel momento el aristócrata ya se había marchado del lugar de los hechos.
Lo encontrarían más adelante en otra zona de la ciudad, donde había huido para evitar ser pillado por la policía. No lo consiguió y rápidamente lo trasladaron a comisaría mientras intentaban esclarecer qué había pasado. La prensa describe el incidente como un «episodio violento» y, como era lógico, su madre ha cancelado toda su agenda para quedarse en Oslo e intentar calmar los ánimos ante la presión feroz de los diarios.

De momento, no ha habido ningún comunicado oficial de la familia real. Es cierto que el chico no es hijo del príncipe heredero, insistimos, pero sí que lo es de la futura reina. Que lo detengan por atacar, presuntamente, a una chica es un escándalo muy gordo por el que tendrán que responder. El chico provoca un quebradero de cabeza tras otro a Mette-Marit, que no supera un problema que ya está intentando solucionar otro.