Elena y Cristina de Borbón han recuperado sus respectivas agendas oficiales después de 10 años apartadas. A muchos les ha sorprendido verlas en representación de la familia real después de tanto tiempo, ya que evidencia que ha acabado el castigo que les habían impuesto. Desde que Felipe y Letizia accedieran al trono, prácticamente no se las ha visto en público y mucho menos en acontecimientos importantes. No querían que continuaran salpicando la imagen de la casa real, muy menguada por culpa de los escándalos de Juan Carlos de Borbón y el encarcelamiento de Iñaki Urdangarin.
¿Qué ha pasado? ¿Por qué ahora sí que permiten que las infantas españolas vuelvan a ocupar un lugar destacado? La última vez, hace solo unos días, cuando Cristina y Felipe coincidieron en la entrega de becas que organizaba La Caixa. Ha habido un cambio de dinámica, aunque tampoco se han mostrado muy unidos en este acto. De hecho, dicen que ni siquiera se saludaron. ¿En qué quedamos, pues? ¿Hay una mejora de la relación o no? Porque también han permitido que Elena de Borbón presida la entrega de premio del Concurso de Pintura Infantil y Juvenil.


¿Cuáles son los motivos que explican la reconciliación de Felipe, Cristina y Elena de Borbón?
Desde
A Cristina le debe haber ayudado el formalizar el divorcio de Iñaki, está claro, puesto que ha dejado de estar ligada a quien fuera condenado por corrupción. Además, destacan que Felipe y Letizia se habrían dado cuenta de que quizás es mejor mostrar una imagen de unidad porque es más práctico y útil de cara a tener que enfrentar las críticas: «Si la familia real se presenta como una unidad irrompible, es mucho más fácil mantener su estabilidad«. No dicen aquí, sin embargo, que poca gente se cree que realmente se hayan perdonado y todo vuelva a ser tan bonito entre ellos.
Finalmente, añaden una causa puramente práctica. Cada vez tienen más actos a los que acudir y siempre es más fácil contar con más representantes para poderse repartir la agenda. Mientras Letizia estaba en Guatemala, por ejemplo, necesitaron que se ocuparan otros de los eventos que contaban con su presencia.

A todo esto, falta destacar un elemento clave en el cambio de actitud entre los hermanos. Y, este factor, tiene un nombre propio: Sofía de Grecia. La reina emérita está detrás de la reconciliación de Borbones, quien ha llevado la iniciativa «en todo momento». La psicóloga Lara Ferreiro aporta detalles al respeto: «Sofía ha hecho su trabajo en la sombra y de manera silenciosa, pero lo ha conseguido. Es la madre cohesión que intenta unir a todos sus hijos y que haya una coexistencia pacífica. Sofía es la matriarca reconciliadora, una mediadora total».