Iñaki Urdangarin ha roto su silencio por primera vez después del divorcio de Cristina de Borbón. ¿Y por qué lo ha hecho? El exduque de Palma se siente totalmente superado por la situación y ha pedido que lo dejen en paz, ya que está harto de la persecución mediática que sufre. Dice que ahora que está divorciado y que ha acabado su condena, quiere disfrutar de la libertad y «ser una persona anónima«. Estos son los principales titulares que se extraen de la entrevista que ha concedido a la revista
«Iñaki está roto, los nervios se lo comen por dentro. Nunca habría imaginado que le pasaría lo que le está pasando, incluso pensó elaborar vinos porque veía su futuro muy positivo», dicen. Y es que parece que el exmarido de Cristina estaba convencido de que encontraría trabajo bien pronto cuando saliera de prisión y no ha sido así. Tocó la puerta del Barça y no consiguió nada más que unas prácticas: «¿Cómo tenían que mojarse contratándolo? Cualquier que sepa de imagen de empresa sabe que darle un trabajo es ponerse en su punto de mira y no por una cosa positiva», señala esta fuente próxima a él.
Él que siempre ha querido ser educado con la prensa, está empezando a perder la paciencia porque creía que podría dejar de interesarles cuando firmara el divorcio. Tampoco ha sido así: «Está al límite, habla tan nervioso que saliva y casi escupe. Se le entrecortan las palabras, respira fuerte y se pone, incluso, rojo», los comentan amigos y espontáneos que han podido hablar con él.

¿Por qué está tan decaído Iñaki Urdangarin? ¿Qué le pasa?
Iñaki Urdangarin continúa siendo un personaje famoso que interesa a la prensa, pero su imagen está hundida y nadie lo quiere contratar. Aquellos que lo han visto recientemente, comentan al medio que se le ve «muy desmejorado, delgado, un poco descuidado y muy envejecido«. Por si no hubiera suficiente con esto, los más próximos continúan con el lamento: «Su estado de ánimo está flojo y va al límite«.
Creen que la culpa la tiene el paro, unos meses sin trabajo que lo han afectado mucho porque no sabe qué pasará con él: «Esta carencia de trabajo lo está dejando huella, está roto». Ahora que ha pedido que la prensa respete su nueva situación, habrá que ver si lo consigue o no.