Ha sido un fin de semana agitado en la Zarzuela. Tras la filtración de unas imágenes de Leonor de Borbón en un centro comercial de Chile, la embajada española presentó una denuncia a los Carabineros por estas imágenes extraídas de las cámaras de seguridad de un centro comercial en Punta Arenas.
Parece que la presión mediática sobre lo que hace la hija de Felipe VI y Letizia en su tiempo libre fuera del Elcano les ha sentado mal y ahora el centro comercial responsable de esta filtración ha emitido un comunicado explicando qué ocurrió y afirmando «que están dispuestos a colaborar».
Las imágenes circularon «con fines periodísticos»
Ha sido este domingo 23 de marzo cuando el centro comercial ha emitido el comunicado, explicando que la visita de Leonor se desarrolló «de manera completamente privada en un espacio abierto al público» y que su presencia «no fue anunciada ni divulgada por el recinto». «En todo momento se movió por instalaciones seguras, sin ser abordada ni molestada, accediendo voluntariamente a espacios comerciales dentro de la zona, cuya elección respondió a criterios definidos por su propio equipo de asesores».
Estas imágenes de Leonor paseando con sus compañeros de tripulación se han distribuido en varios medios. Pero ¿qué criterio tomó el centro comercial? Según explican en este comunicado, «las imágenes fueron entregadas a los medios de comunicación previa solicitud a Zona Franca de Punta Arenas con fines periodísticos». Ante la reacción de la Casa Real española, afirman que «estarán dispuestos a colaborar».
La Fiscalía chilena ha abierto una investigación
Como decíamos, este suceso ha desencadenado una serie de reacciones y movimientos, como que «la Fiscalía chilena haya abierto una investigación para aclarar los hechos», según informa EFE. Además, explican que «ya se han realizado diligencias inmediatas en el marco de la investigación». Todo este revuelo llega tras las diversas filtraciones y rumores que han ido saliendo a la luz durante la travesía de Leonor a bordo del Elcano. La joven de diecinueve años está inmersa en su formación como guardiamarina y sus actividades fuera de la embarcación han protagonizado más de un titular. Parece que esta presión mediática no acaba de agradar a sus padres, que hace escasos días habían decidido «reforzar los protocolos de seguridad y confidencialidad de Leonor», según informa Monarquía Confidencial.
